En los últimos años se vienen conformando asociaciones de horticultores en distintas zonas de la provincia. En ellas se nuclean, mayoritariamente, horticultores arrendatarios quienes producen diversos cultivos (tomate, cebolla, verduras de hoja, zanahoria, choclo, chaucha, etc.) destinados a los mercados regional y local.
En los últimos años se vienen conformando asociaciones de horticultores en distintas zonas de la provincia. En ellas se nuclean, mayoritariamente, horticultores arrendatarios quienes producen diversos cultivos (tomate, cebolla, verduras de hoja, zanahoria, choclo, chaucha, etc.) destinados a los mercados regional y local.
En el caso del Alto Valle del Río Negro, la pérdida de rentabilidad frutícola, la presión urbana sobre tierras productivas, el aumento de población de la zona y la inmigración de campesinos sin tierra del NOA y de la república hermana de Bolivia, han ampliado el uso hortícola del suelo. Las restrictivas condiciones de acceso a la tierra productiva (arriendos costosos, generalmente sin contrato, de corta duración), atentan contra la sustentabilidad de estos sistemas productivos, que deberían ser clave en la soberanía alimentaria de esta región del país.
La organización de los horticultores es fundamental para la identificación social de su importancia como sector productivo, de sus necesidades y para la lucha por sus reivindicaciones.
Entrevistamos a Lino Mogro, horticultor e integrante de la Asociación de Horticultores de Campo Grande.
—Contános como fue la conformación de la Mesa Provincial Hortícola.
—Fue un largo trabajo para conformar la mesa provincial, donde había un sector que no se estaba atendiendo, que es el sector hortícola, y hoy estamos creciendo y fortaleciéndonos desde las bases. Hoy en día tenemos la mesa provincial y nos sentimos integrados a la sociedad.
—¿De qué localidades participaron?
—La mesa está integrada por 9 organizaciones, la mesa es abierta a nuevas organizaciones que se incorporen o que se conformen. Participamos asociaciones y cooperativas de todos los valles de la provincia; de Viedma, Río Colorado, Roca y Campo Grande. El objetivo de la mesa es generar un lugar para el diálogo. El diálogo con los políticos está, pero las respuestas no están todavía; por eso la necesidad de seguir trabajando.
—¿Cuáles son las necesidades que ustedes ven?
—Son las mismas que ya se habían solicitado hace un año, en un petitorio al gobierno provincial: la principal necesidad es la tierra, la ley de arrendamientos que queremos poner en vigencia y después, créditos blandos y subsidios y predios para la comercialización. Actualmente no hay mercado concentrador en la provincia. Estos encuentros nos sirven para iniciar gestiones para mejorar la comercialización actual. Desde nuestra asociación estamos en gestiones por un predio para una prueba piloto de comercialización
—¿Cuántos horticultores están involucrados en esta mesa?
—Son 400 familias de productores hortícolas de la provincia. Todavía hay varios más y vamos a trabajar para que se nucleen en asociaciones o cooperativas.
—Qué idea hay sobre la promoción del negocio de la soja que hace el gobierno provincial con negocios chinos?
—El sector no tiene mucho conocimiento de ese acuerdo que maneja el gobernador. Pero sí es un plato fuerte para discutir en el sector y con otros sectores de la producción como la fruticultura, los pequeños productores que estamos necesitando expandir nuestra actividad. No puede ser que desde afuera nos vengan a manejar lo mejor, yo pienso que hay que trabajar por el mercado interno, nosotros estamos en el mercado interno, no exportamos tal vez por eso no nos miren.
—Algo para agregar…
—Agradecer la entrevista y más que todo comprometerme a seguir trabajando por el sector y a estar en contacto para comunicar el crecimiento del trabajo con el sector.
