Entre agosto y septiembre de 1919 la localidad cordobesa de Río Cuarto se vio conmovida por una cruda huelga, en el marco de la oleada que se vivía en todo el país, y que en la provincia era impulsada por distintos gremios como los ferroviarios, los tranviarios, luz y fuerza, y gran cantidad de conflictos de obreros rurales como una huelga general llevada a cabo por los obreros hombreadores y estibadores que reclamaban la jornada de ocho horas y mejores salarios.
Entre agosto y septiembre de 1919 la localidad cordobesa de Río Cuarto se vio conmovida por una cruda huelga, en el marco de la oleada que se vivía en todo el país, y que en la provincia era impulsada por distintos gremios como los ferroviarios, los tranviarios, luz y fuerza, y gran cantidad de conflictos de obreros rurales como una huelga general llevada a cabo por los obreros hombreadores y estibadores que reclamaban la jornada de ocho horas y mejores salarios.
En Río Cuarto, la Federación Obrera Local lanzó en septiembre una huelga general combinada –como era habitual en esos tiempos- con el boicot a las empresas y comercios que se negaban a acordar los reclamos obreros.
El 23 de septiembre, informa el diario socialista La Vanguardia, se realizó un “mitin” con la participación de cerca de 2.000 personas “frente al café-biógrafo Centenario”, boicoteado por la FOL. En este conflicto, al lado de las fuerzas policiales que ejercieron una violenta represión, actuaron representantes locales de la nefasta Liga Patriótica Argentina, organización parapolicial al servicio de las clases dominantes.
El Partido Socialista de la localidad pedía al Comité Ejecutivo el envío de un parlamentario, para “detener la masacre obrera”, a lo que el prosecretario Spinetto contestó que esto era imposible porque los diputados estaban en las sesiones que se discutía el presupuesto. La policía había detenido a varios dirigentes y huelguistas, y clausuró el local de la FOL. El diputado del Partido Socialista Mario Bravo se quejaba al “excelentísimo señor gobernador” por la detención de afiliados al PS y le decía en la carta “en el día de hoy [25/9/1919] ha colmado la medida usando armas y causando víctimas en el pueblo”, aunque le aseguraba que el gobernador “no conocía estos hechos”.
La Vanguardia contaba en detalle el “choque sangriento” entre la policía y los huelguistas frente al Mercado el Abasto riocuartense, por el cual “varios ciudadanos fueron heridos” por las descargas policiales que pretendía disolver una manifestación obrera. Al mismo tiempo, cumpliéndose cuatro días de huelga general, algunos sectores aceptaron las demandas de los trabajadores, como el comercio, reincorporando despedidos y pagando los días de huelga.
Las huelgas en Córdoba se desarrollaron en estos meses, por lo que, luego de varios enfrentamientos con la policía, la Federación Obrera Provincial de Córdoba (FOPC) llamó a huelga general en la provincia a mediados de noviembre. La huelga se prolongó varios días, pero pudo ser dividida y se lograron acuerdos parciales.
