En el curso de la huelga, los trabajadores denunciaron la semana pasada que la patronal de la británico-australiana BHP Billiton, dueña de la mina, se negaba a “reinstalar conversaciones”. Además, agregaban que “los ejecutivos nacionales se mantienen en la postura de no respetar nuestro convenio colectivo, no discriminar a los trabajadores nuevos y no afectar los tiempos de descanso”.
En el curso de la huelga, los trabajadores denunciaron la semana pasada que la patronal de la británico-australiana BHP Billiton, dueña de la mina, se negaba a “reinstalar conversaciones”. Además, agregaban que “los ejecutivos nacionales se mantienen en la postura de no respetar nuestro convenio colectivo, no discriminar a los trabajadores nuevos y no afectar los tiempos de descanso”.
En el curso de la huelga, los trabajadores han realizado marchas, bloqueos a la ruta que une la mina con la ciudad de Antofagasta, y se enfrentaron con la policía. Los huelguistas mantienen un campamento en las puertas de la empresa, donde se realizan actividades deportivas y culturales, contando con una creciente solidaridad popular.
En el gobierno chileno, y en el conjunto de las clases dominantes hay una gran preocupación. Los diarios económicos dicen que el paro en La Escondida, que produce cerca del 5% del cobre del mundo, ocasiona el faltante de más de 20 mil toneladas de cobre por semana, el equivalente al cableado de un millón de automóviles.