Hacia fines de julio el gobierno de Guatemala echó de su cargo al fiscal Juan Francisco Sandoval, quien lideraba la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI). Sandoval tuvo que partir inmediatamente al exilio, y aún no se conoce a dónde fue, pues teme por su vida. El pueblo guatemalteco salió inmediatamente a defender al fiscal, convocando movilizaciones espontáneas que terminaron en una huelga general en unidad de distintos sectores sociales: pueblos originarios, profesionales y estudiantiles.
Cientos de miles cortaron rutas en 20 de los 22 departamentos de Guatemala. Pedían la destitución de Alejandro Giammattei, actual presidente de Guatemala, y de Consuelo Porras, jefa del Ministerio Público y fiscal general que destituyó a Sandoval.
El fiscal Sandoval tuvo un rol muy importante en la historia de la lucha anticorrupción en Guatemala: mandó a la cárcel por corrupción a expresidentes, altos funcionarios, empresarios y diputados. En la actualidad llevaba adelante tres investigaciones relacionadas al actual presidente. Una está relacionada con el hallazgo de 123 millones de quetzales (casi 16 millones de dólares) en efectivo en una vivienda en Antigua Guatemala.
El propio Sandoval declaró desde el exilio que la entrega de este dinero al gobierno podría haber sido por parte de agentes rusos en abril, y que la investigación podría haber terminado en el pedido de desafuero del presidente. Giammattei negó públicamente esto, lo que enfureció aún más a los guatemaltecos. El jueves 19 de agosto hubo nuevas protestas, convocadas por las autoridades ancestrales indígenas de distintos territorios del país y organizaciones de la sociedad civil. Los estudiantes universitarios también convocaron a las movilizaciones.
Mostrando cómo juegan todos los imperialismos en estos conflictos, los yanquis usaron a la subsecretaria interina del Departamento de Estado para las Américas, Julie Chung, para que condene el despido de Sandoval. Y acordaron en el “Grupo de Países donantes a Guatemala” (el G-13, formado por países europeos, Canadá, EEUU, el Banco Mundial, el FMI entre otros) un comunicado para que “Guatemala retome y garantice la lucha contra la corrupción y la impunidad”. En la otra cara de la moneda, la premio Nobel de la Paz 1992, la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, rechazó, condenó y mostró su indignación “por esta nueva ilegalidad y violación a la Constitución”.
Es importante recordar que en el hoy 1843 (2/12/2020) informábamos sobre las grandes movilizaciones pidiendo la renuncia del presidente guatemalteco Alejandro Giammattei, después de la aprobación sin discusiones y con carácter de urgencia del presupuesto nacional, con extraordinarios beneficios para empresas privadas. La lucha fue muy grande, con quema de oficinas del Congreso. El gobierno tuvo que dar marcha atrás con este presupuesto. Una victoria para el pueblo, que no se contentó sólo con esto, sino que hizo crecer las movilizaciones hasta llegar a lo que los medios llamaron la “Revolución de los frijoleros” (el frijol es un poroto, base de la alimentación en los países de Centroamérica y el Caribe), como informamos en el hoy 1845.
Hoy N° 1878 25/08/2021