Algunos hablan de la fuerza de la naturaleza difíciles controlar, pero más difícil se hace si no toman medidas de prevención frente a ellas. Por mostrar un caso paradigmático de lo que sucede en Media Agua, allí un canal que los vecinos llaman el “dren arroyo” destinado a drenar el agua en estas circunstancias, en estos momentos se encuentra completamente lleno de malezas y basura, señal que hace mucho tiempo que no es limpiado y mantenido por Hidráulica ni por el Municipio. Otro canal directamente no lleva agua de drenaje por la basura acumulada, entonces nos preguntamos ¿es la naturaleza que se ensaña contra los pobladores de Sarmiento o es la falta de previsión del gobierno de Gioja que no toma medidas para evitar estas cosas?
La situación que se vive en el departamento Sarmiento en estos momentos, a más de una semana de la inundación, sigue siendo grave y preocupante. Calles completamente cubiertas de agua, en algunas zonas el líquido está mezclado con los surgentes cloacales, hay casas destruidas, muchas todavía sumergidas, en algunas sus propietarios lograron sacar el agua pero siguen con un pantano alrededor. Esto demuestra, una vez más, que la falta de planificación de viviendas, calles, canales y estructuras edilicias en general vuelve a fallar en momentos de catástrofe y la solidaridad una vez más vuelve a caer en manos del pueblo.
El trabajo del intendente ha sido deficiente y la ayuda social canalizada a través de los punteros solo alcanzó a un reducido grupo de seguidores del Frente para la Victoria. El Ministerio de Desarrollo Social en la persona de Daniel Molina asistió al sector más afectado organizando las evacuaciones, pero no se ha ocupado de la mayoría que por no perder su vivienda y temor a los robos no ha abandonado su hogar.
Ahora con la emergencia rápidamente salieron los funcionarios a buscar fondos para obras y asistencia: arreglar hospital, albergue, prometen casas, drenes y canales, bombas y pozos de agua, ¡hasta un dique! y a realizar campaña mediática. Pero en nuestras salidas a Media Agua, no vimos ni una sola cuadrilla trabajando en el lugar para desviar el agua y sacarla de las casas; es más, en una calle los vecinos hicieron una cuneta rompiendo el pavimento para que el agua de un sector pase al otro. Tampoco vimos ni una sola maquina trabajando, a pesar del pedido de los vecinos, lo más grave es que el agua sigue corriendo por las calles. Lo mismo que reclamó la gente y los productores durante años. Frente a esto los vecinos se las arreglan como pueden para salvar lo poco que les ha quedado.
Los días han pasado y la situación no mejora, principalmente por la falta de trabajo que azota a los obreros rurales e impide que llegue un alivio, notamos muchas necesidades pero principalmente faltan alimentos y agua.
La solidaridad, también en manos del pueblo…
Después de los temporales que azotaron con ferocidad el departamento de Sarmiento, inmediatamente los compañeros montaron un operativo de ayuda masiva. Convocamos a todos y a cada uno de los compañeros de los barrios, de la universidad, amigos y allegados, y al público en general a que se sumen a esta iniciativa. Con el correr de los días, a nuestro local partidario, comenzaron a llegar las ayudas de todo tipo, ropa, calzado, alimentos, agua e insumos de limpieza entre otros. Los medios, se hicieron eco de la noticia y aportaron su ayuda, dando la noticia por la radio y acercando pañales, ropa de cama y demás, se incremento la solidaridad de la gente.
La CCC, Amas de Casa del País y la CEPA, visitaron a los compañeros de Media Agua afectados por las inundaciones. Se hizo entrega de las donaciones. Los compañeros de los barrios más castigados recibieron con suma alegría los alimentos no perecederos, la leche en polvo, la ropa de adulto y de niño, el calzado, lavandina y los más preciado por estas horas en el lugar, bidones de agua.
Toda la ayuda que pudimos acercar resultó poco ante lo desolador de la situación de miles de habitantes de Media Agua. En momentos en que las aguas empiezan a ceder, emerge con crudeza la pobreza de la gente que ha perdido lo poco que tenía, que convive con aguas servidas por doquier, la falta de colchones donde dormir, estropeados los artículos para preparar la comida, no tienen baño por desborde de los pozos negros, miedo al derrumbe, miedo a los robos, miedo a beber el agua que sale de las canillas con un olor nauseabundo, imposible relatar todos los problemas que afectan a nuestros hermanos de aquella localidad del sur. Ante esta situación muchos vecinos cuentan con los dedos de la mano las personas que se acercan a ayudar, sin contar nuestra visita: sólo pasó la Cruz Roja, una vez los camiones cisternas de las municipalidades como la de Chimbas y algunos vecinos que con plata de su bolsillo usando sus movilidades acarreen agua para llevar a los más necesitados.
