Cientos de soldados y policías irrumpieron a las dos de la mañana del 22/7, desalojaron a los moradores y pusieron explosivos, con la previa autorización del Tribunal Supremo de Israel. Se destruyeron unas 70 viviendas. No permitieron que los moradores retiraran sus pertenencias, y la declararon “zona militar cerrada”, durante tres días. El derribo de viviendas palestinas es uno de los ejes centrales de la política israelí en los territorios ocupados. Benjamín Netanyahu cuenta para eso con el apoyo incondicional de Donald Trump.
Hubo grandes protestas, de palestinos y de activistas internacionales, pero no pudieron detener la operación, que además es un grave antecedente para otras operaciones similares que podrían destruir centenares o millares de viviendas que se encuentran en una situación similar a la de Sur Bahir.
También hubo protestas internacionales. En las Naciones Unidas quedaron aislados Trump y Netanyahu, y Estados Unidos tuvo que vetar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una declaración presentada por Kuwait, Indonesia y Sudáfrica, que condenaba a Israel por estos hechos. Otros funcionarios de la ONU, así como potencias europeas, criticaron estas demoliciones de viviendas por ser contrarias al derecho internacional, y a resoluciones de la propia ONU.
Francia declaró que era la primera vez que Israel procedía a destruir masivamente viviendas que previamente habían sido autorizadas legalmente por la Autoridad Palestina en las Áreas A y B, de Jerusalén, es decir en un lugar que nominalmente está bajo la jurisdicción del presidente Mahmud Abás.
La Autoridad Palestina denunció este crimen ante la Corte Penal Internacional, que ya en el 2004 dictaminó que acciones de este tipo “no pueden ser justificadas por exigencias militares y, por lo tanto, violan obligaciones en virtud del derecho internacional”.
Según Amnistía Internacional, Israel ha demolido unos 50.000 hogares palestinos e instalaciones palestinas desde 1967.
Es necesario mantener viva la solidaridad con el pueblo palestino, cuya situación se ha agravado a partir del gobierno de Trump, y de la actitud de mirar para otro lado de muchos países árabes.
Hoy N° 1776 31/07/2019
