Un año más y ya son cinco los que van pasando sin vos. Camarada, compañero, ¡amigo! Sigues y seguirás siendo el orgullo de haberte tenido como secretario zonal de nuestro querido PCR. Te recordamos con tu fuerza particular, tu visión justa y equitativa de las cosas, en los distintos ámbitos, siempre buscando el crecimiento y la unidad, el enseñar, el aprender en lo agrario y campesino, originario, estudiantil, cultural, de género y en lo político.
Un año más y ya son cinco los que van pasando sin vos. Camarada, compañero, ¡amigo! Sigues y seguirás siendo el orgullo de haberte tenido como secretario zonal de nuestro querido PCR. Te recordamos con tu fuerza particular, tu visión justa y equitativa de las cosas, en los distintos ámbitos, siempre buscando el crecimiento y la unidad, el enseñar, el aprender en lo agrario y campesino, originario, estudiantil, cultural, de género y en lo político.
En tu homenaje, se conformó una comisión de homenaje. Nos juntamos y llamamos a todos los que te conocieron a compartir el viernes 9 de septiembre desde las 20 hs. en la ciudad de Santiago del Estero en la UNSE, esa universidad que tantas veces te vio acompañando a la juventud; a esa juventud que sueña y lucha por la sociedad con iguales posibilidades para todos.
Tío Jorge
Alto, muy alto. Sombrero grande de paja, de campesino, sombrero de hombre de campo, risa fácil, alegre, divertido. Lo recuerdo de niña, camino al campo enseñando las tablas de multiplicar y dividir. ¡Ponía firmeza y autoridad! Qué manera práctica de decir las cosas, qué acertadas sus sugerencias, sus consejos. Hoy de grande, ya madre, lo recuerdo hombre firme en su pensar y seguro en su enseñanza decía: “Hay que enseñar a pescar no darle el pescado”.
