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17 de October de 2018

Estudian y practican el marxismo

Jóvenes rebeldes en China

Reproducimos extractos de una nota que publica el diario norteamericano The New York Times, de su corresponsal en China Javier C. Hernández (sección en Clarín, del 12/10/2018), donde se registra el accionar de jóvenes universitarios que “leían a Marx, Lenin y Mao y formaban grupos estudiantiles para debatir el progreso del socialismo. Investigaban el trato del campus al proletariado, incluidos intendentes, cocineros y albañiles. Se ofrecían como voluntarios para ayudar a las familias rurales en problemas y recitaban obedientemente los lemas del presidente Xi Jinping.

Luego, tras graduarse, intentaron poner en acción los ideales del partido, convergiendo en agosto en Huizhou, una ciudad del sur, para organizar sindicatos laborales en fábricas y montar protestas que exigían mayores protecciones para los trabajadores. Fue entonces que el Partido se dio cuenta de que tenía un problema.

Las autoridades actuaron con rapidez, deteniendo a varias decenas de activistas jóvenes y eliminando de Internet sus llamados a la justicia, pero no antes de que su ejemplo se convirtiera en un grito de guerra para la gente joven inconforme con la creciente desigualdad, la corrupción y el materialismo en la sociedad.

“¡Ustedes son la columna vertebral de la clase trabajadora!”, coreaban los manifestantes en una manifestación, dirigiéndose a los trabajadores en una fábrica de equipo. “¡Compartimos su honor y su desgracia!”.

Las protestas son comunes en China, en especial las de los trabajadores. Pero las manifestaciones en Huizhou eran poco comunes porque eran organizadas por estudiantes y recién graduados de algunas de las principales universidades del país, quienes por lo general se han mantenido fuera de las calles desde el movimiento pro-democracia de 1989 que terminó en el derramamiento de sangre afuera de la Plaza de Tiananmen.

Sin embargo, los activistas de Huizhou representan una amenaza que las autoridades no esperaban. “Lo que estamos haciendo es enteramente legal y razonable”, dijo Chen Kexin, estudiante de último año en la Universidad Renmin en Beijing que participó en las protestas. “Somos marxistas. Alabamos el socialismo. Apoyamos a los trabajadores. No podemos ser blanco de las autoridades”.
Pero sí lo fueron. El 24 de agosto, policías irrumpieron en el departamento que los activistas rentaban en Huizhou y detuvieron a unas 50 personas.

Si bien algunos han sido liberados, 14 activistas y trabajadores siguen en custodia o en arresto domiciliario, reportan defensores de los derechos laborales. En la Internet china, miles de jóvenes participan en vibrantes chats maoístas y marxistas, y algunos han iniciado websites informativos de izquierda sin mucha interferencia de los censores, hasta hace poco.

Zhang Shengye, de 21 años, que se graduó en junio de la Universidad de Beijing, dijo que se vio inspirado a unirse a las protestas por los problemas de su familia. Su padre, un marinero, fue despedido de una empresa propiedad del Estado durante una ola de privatización en los 90.

Frustrados por los bajos salarios y el maltrato a los trabajadores en el campus, él y otros 60 estudiantes, que se hacen llamar la Asociación de Investigación Marxista, publicaron un informe que documenta violaciones laborales”.

Hoy N° 1739 17/10/2018