Así también, repudiamos la perversa estrategia discursiva de Gerardo Morales, gobernador de la provincia, que busca oponer educación y recreación, falseando la realidad y encubriendo demagógicamente sus verdaderas intenciones.
Nos solidarizamos con quienes habitan y viven día a día en ese barrio, y se ven hoy en la indeseable situación de tener que resistir los embates del Gobierno Provincial y la policía, que lejos de resolver los conflictos y atender las necesidades del pueblo, recurren a la represión y la criminalización como metodología predilecta para imponer sus políticas de ajuste y pobreza, como lo hicieron durante todo este periodo con las causas contravencionales, que se instrumentan como metodología para judicializar la protesta social.
Lo que sucede en el barrio Campo Verde no es un hecho aislado, sino que responde a una política general que afecta por igual a trabajadores y trabajadoras estatales, privados, sectores desocupados, pueblos originarios, mujeres, estudiantes y el campo popular en general.
Es importante lograr la confluencia de las diversas luchas en curso, porque sólo con la unidad del campo popular, en las calles y en las urnas, lograremos empezar a dar vuelta esta historia, para que de una vez por todas, el viento sople a favor de quienes sostienen con su trabajo y su vida, la producción de riquezas en este suelo: el pueblo jujeño.