Este 2 de Abril, como ocurre cada año en las ciudades y en cada localidad del país, los veteranos de la Guerra Nacional de Malvinas junto al pueblo, recuerdan y rinden homenaje a los caídos, y reafirman la voluntad nacional de recuperar la hermanita perdida, y las demás islas y aguas colonizadas por el imperialismo pirata inglés.
Este 2 de Abril, como ocurre cada año en las ciudades y en cada localidad del país, los veteranos de la Guerra Nacional de Malvinas junto al pueblo, recuerdan y rinden homenaje a los caídos, y reafirman la voluntad nacional de recuperar la hermanita perdida, y las demás islas y aguas colonizadas por el imperialismo pirata inglés.
Perdida la batalla, no la guerra, la dictadura inició la llamada desmalvinización. Comenzó la demonización de esa Guerra Nacional justa. Los veteranos fueron maltratados de las maneras más infames y reaccionarias. Los sucesivos gobiernos constitucionales se acobardaron frente al castigo infinito de las grandes potencias por haber desafiado las reglas que impone el imperialismo.
También, los veteranos se fueron agrupando, junto al pueblo que tiene profundas reservas patrióticas desafiaron la desmalvinización, lograron conquistas, y algunos pasos en su reconocimiento histórico.
Ningún gobierno había llegado tan lejos en la humillación a la Nación Argentina como éste. Descaradamente, cada reclamo inglés lo asume como propio, guiado por un solo objetivo: cambiar soberanía nacional por negocios. Macri está ofreciendo las Malvinas, el Atlántico Sur y la Antártida Argentina, al precio vil de las ganancias de un puñado de empresas de sus amigos.
Este 2 de Abril fue precedido, el 9 de marzo, por una gran movilización por las calles de Buenos Aires, recorriendo ministerios y reparticiones reclamando sus derechos, y enarbolando con firmeza la bandera que llevaron a Malvinas. Estrenaron su nueva Confederación de Veteranos de Malvinas.
Junto a ellos, en el silencio en que honramos a los caídos en la recuperación y la defensa de la hermanita perdida, vamos a levantar el puño y alzar el grito: ¡Volveremos!
