El martes 11 comenzó, en Neuquen capital, el juicio oral contra Héctor Antonio Cortez, acusado de asesinar brutalmente a su pareja, Micaela Recchini, la madrugada del domingo 14 de marzo de 2010, en Rincón de los Sauces. El abogado defensor de Cortez es César Pérez, quien fue ministro de seguridad de Jorge Sapag, actual gobierno provincial.
Desde las 9 de la mañana concentramos un numeroso y ruidoso grupo de mujeres y varones, portando pancartas con la imagen de Micaela y la exigencia de justicia.
El martes 11 comenzó, en Neuquen capital, el juicio oral contra Héctor Antonio Cortez, acusado de asesinar brutalmente a su pareja, Micaela Recchini, la madrugada del domingo 14 de marzo de 2010, en Rincón de los Sauces. El abogado defensor de Cortez es César Pérez, quien fue ministro de seguridad de Jorge Sapag, actual gobierno provincial.
Desde las 9 de la mañana concentramos un numeroso y ruidoso grupo de mujeres y varones, portando pancartas con la imagen de Micaela y la exigencia de justicia.
Micaela tenía 24 años, llevaban 9 años de convivencia con su asesino, dos hijos de 3 y 6 años, no estaban “legalmente” casados, es así que por la ausencia de ese papel, la “justicia” determina que el vínculo no existe, por lo tanto la carátula es de “homicidio simple”, con una pena máxima de 20 años.
En la primera audiencia del juicio oral, Mariela, única testigo, relató ante los jueces, con llanto contenido, lo que había visto, “Me hace mal hablar de esto”, expresó, prosiguió con su relato; “salí a la calle al escuchar los desesperados gritos de la chica pidiendo auxilio y grité no le pegues más, ya la mataste”. Su declaración estremeció al numeroso público presente, en especial cuando describió el ruido del primer golpe en el cráneo de Micaela: “Como una botella de cerveza llena que cae al piso y revienta”.
En las audiencias siguientes declararon amigas de Micaela, de sus relatos surge que Micaela estaba en situación de extrema violencia, con mucho miedo, presintiendo este final de una serie de maltratos. Declaró la médica del hospital, que atendió al asesino momentos después del asesinato, relató que le dijo; “le pegué a Micaela, y esta vez le pegué mal”.
Al cierre de esta edición se daban los alegattos, y se convocaba a organizaciones de mujeres, gremiales, sociales y políticas a concentrar a partir de las 9 de la mañana en la puerta de la Cámara con nuestra exigencia de justicia para Micaela y condena ejemplar para su asesino.