En su última cadena nacional, la doceava del año, el miércoles 14 de mayo, la presidenta dijo: “yo quiero informarles a todos los argentinos que hoy la capacidad instalada usada de la República Argentina de nuestras industrias, es de apenas el 67,2”.
En su última cadena nacional, la doceava del año, el miércoles 14 de mayo, la presidenta dijo: “yo quiero informarles a todos los argentinos que hoy la capacidad instalada usada de la República Argentina de nuestras industrias, es de apenas el 67,2”.
Presentó esto como si fuera un logro cuando en realidad no es sino la manifestación de la crisis que se venía gestando desde 2013, profundizada con el golpazo de la devaluación y el aumento de las tasas de interés en un 100% que realizó en enero. Lo que finalmente fue reconocido por el propio Indec, al publicar el viernes 16 los índices de la actividad económica de marzo de 2014, que mostraron una caída del 0,9%.
Más allá de las consideraciones “técnicas” sobre los índices, lo cierto es que la retracción en la actividad económica no pudo dejar de reflejarse en la recaudación por aportes a la seguridad social, que son los que hacen empleados y empleadores en relación de dependencia. Un informe del Banco Ciudad mostró que si al porcentaje de aumento de esa recaudación se le aplica la actualización por inflación, se observa una caída en términos reales de 14% en el primer trimestre del año. Los datos de abril mostraron una profundización de esa disminución: según la AFIP los aportes a la seguridad social aumentaron en apenas un 19% en pesos devaluados, mientras que la recaudación general lo hizo 37%, comparando abril de 2014 con abril de 2013. Todo esto no es más que el resultado de la disminución de las horas extras, las suspensiones y despidos y la pérdida en el poder adquisitivo de los salarios por la inflación.
21 de May de 2014