A 11 meses de la tragedia de Once, familiares y amigos de las víctimas realizaron el martes 22/01/2013, un acto en el hall central de la Estación Plaza Miserere. Leyeron un documento conjunto donde expresaron su satisfacción por los avances en la causa penal pero expresaron su bronca con el Poder Ejecutivo sobre quien preguntaron “por qué sigue en silencio” y “anunciando obras y obras”, y cuestionaron la política ferroviaria.
A 11 meses de la tragedia de Once, familiares y amigos de las víctimas realizaron el martes 22/01/2013, un acto en el hall central de la Estación Plaza Miserere. Leyeron un documento conjunto donde expresaron su satisfacción por los avances en la causa penal pero expresaron su bronca con el Poder Ejecutivo sobre quien preguntaron “por qué sigue en silencio” y “anunciando obras y obras”, y cuestionaron la política ferroviaria.
Extractos del documento
Dentro de un mes, estaremos recordando el día más triste de nuestra vida, pero hoy, a once meses de la tragedia aquí estamos, a metros de donde se desencadenó la masacre, para levantar la voz una vez más y para expresar en palabras lo que sienten nuestros corazones…
La elevación a juicio oral es un dictamen que nos llena de satisfacción.
Pero tanto el agravamiento de los procesamientos contra los ex funcionarios Jaime, Schiavi y Luna, como la inclusión del ex interventor de la CNRT Antonio Sícaro dentro de los procesados, dan cuenta del rol fundamental que los representantes del Poder Ejecutivo tuvieron en la tragedia. Dicen los jueces de la Sala 2: “quedó demostrada su contribución a los hechos analizados, merced al desapego y total ausencia de atención a la forma que eran mantenidos los bienes concesionados y el modo en que se prestaba el servicio y se velaba por la seguridad de los usuarios”.
La sociedad ha escuchado estas palabras dichas por nosotros muchas veces, pero ahora están fundamentadas por la propia investigación.
¿Por qué entonces el Poder Ejecutivo sigue en silencio, sin asumir su culpa en la tragedia cuando sus ex funcionarios están procesados? ¿Por qué sigue anunciando obras y más obras sin hacer referencia a que están motivadas en las vidas de inocentes que fueron arrancadas hace once meses? No son políticas de Estado, son fruto de una tragedia evitable generada desde el seno de su gobierno.
Pero que no se engañen. Su silencio habla por ellos. En cada anuncio nombran a los fallecidos sin hacerlo, porque la sociedad sabe la verdad, porque la realidad puede no decirse, pero existe, les guste o no.
Si ese silencio da vergüenza ajena, qué decir de otro señalamiento más de la Sala 2 cuando le dice al Estado que “le compete como titular indiscutido de los bienes concesionados y a través del mecanismo competente brindar apoyo y contención a las víctimas y familiares del choque ferroviario, previendo y disponiendo de todos los medio para darles integral asistencia”…
Insistimos con una frase gestada en el seno de este grupo y que nos identifica: la cara visible de la corrupción es la muerte y su cómplice es el silencio. El sacrificio de los trabajadores, profesionales y estudiante convertidos en mártires, debe ser reconocido como tal…
Mientras tanto, los anuncios siguen, y se insiste con la supuesta mejora en el servicio. Los vagones que circulan hoy son, en su mayoría, idénticos al del tren chapa 16. Han recibido mejoras estéticas realizadas en Emfer, una empresa de los Cirigliano, lo cual nos hace pensar porqué el Gobierno sigue manteniendo relaciones comerciales con los empresarios responsables de la masacre.
No nos olvidamos de los cientos de trabajadores de esa empresa. No los responsabilizamos de nada de lo que marcamos respecto de los vagones, y subrayamos, por ejemplo, que fueron ellos quienes valientemente realizaron las fotos que probaron que en ese mismo lugar los Cirigliano intentaron quemar documentación fundamental para la causa. Sabemos que tienen que trabajar y jamás iremos contra una fuente laboral. Es al Gobierno a quien interpelamos sobre la actitud de mantener en manos de los responsables empresariales de la tragedia el mantenimiento de los vagones. Sería un gran gesto que esa empresa pase a manos de estado nacional…
El 22 es nuestro
Estaremos atentos a los movimiento que puedan hacer cerca del 22 de febrero, no nos extrañaría que armen algún acto o algún anuncio que intente opacar nuestro acto de recordación del 22 de febrero. No se confundan. Ese día es nuestro y de todos aquellos que nos acompañan en nuestra lucha desde el primer día.
No es de quienes nos llevaron a este dolor, ni de quienes los acompañan aplaudiendo espásticamente cualquier cosa que digan. Ese es un día de duelo nacional, y así deberían considerarlo.
Convocamos a toda la ciudadanía a acompañarnos a Plaza de Mayo desde las 19 hs del 22 de febrero, portando carteles con una única consigna. La del pedido de justicia, y ninguna otra…
Ese día recordaremos a los que nos fueron arrancados injustamente, y a quienes se les violentó su dignidad descuidándolos hasta llevarlos a la muerte y, en el extremo de la inmoralidad, robándoles, a muchos de ellos, sus pertenencias una vez retirados sus cuerpos de este lugar…
A partir de hoy caminamos hacia ese momento, el día en que veremos sentados en el banquillo de los acusados a los responsables. Acá nos verán siempre, diciendo lo que pensamos, nunca desde la violencia, siempre desde la verdad más irrefutable, con la frente alta, con el corazón herido par siempre, pero con la seguridad de que llevamos en alto la bandera de la lucha más pura que existe: la de la condena penal a los responsables de tanta muerte absurda, y la de la condena social a quienes impulsan un silencio que ofende la memoria de los fallecidos.
Justicia para los muertos y heridos de Once.
Convocatoria
Los familiares convocaron a un acto el 22 de febrero a las 19 hs. en Plaza de Mayo, planteando: “Esperamos que la sociedad nos acompañe bajo una única consigna: justicia. No desconocemos que existen otros reclamos sociales, ni es nuestra intención olvidarnos de éstos, pero esperamos que entiendan que ese día es el más doloroso de nuestras vidas y desde ese lugar es que pedimos que nos acompañen, respetando nuestra decisión de no utilizar el sufrimiento para otros fines que no sean exigir justicia para los responsables de tanta muerte”.