Durante siete días, casi 350 estudiantes nos instalamos a orillas del embalse de La Florida, a 40 kilómetros de la capital de San Luis, para realizar una vez más el Campamento Nacional. En comisiones de debate pudimos analizar las importantes jornadas de diciembre, cuando el pueblo enfrentó el ajuste a los jubilados y la represión del gobierno de Macri. Jornadas que rompen con la idea de que había un cheque en blanco al gobierno en las elecciones de octubre y que el pueblo se había “derechizado”. Diciembre rompe con el “escepticismo” ya que hay un pueblo que se planta cuando se pretende avanzar con el ajuste y que demuestra que es posible frenar las medidas del gobierno, como sucedió con la suspensión de la sesión legislativa. Estas jornadas tuvieron repercusión entre los universitarios, muchos participamos de las marchas en todo el país y enfrentamos la represión en el Congreso y en La Plata.
En esas comisiones intercambiamos sobre las condiciones en que estudiamos: los altos costos de fotocopias, alquileres y la falta de boleto educativo gratuito. Compartimos las luchas contra el femicidio y los abusos a las mujeres. Cómo logramos integrar la lucha estudiantil con el paro docente, responsabilizando al gobierno.
También discutimos los desafíos para este 2018, año del Centenario de la Reforma Universitaria, donde el macrismo ha definido a través de un decreto “actualizar” el legado de esa histórica Reforma de 1918. Esta definición nos pone en alerta ya que las reformas impulsadas hasta ahora fueron para seguir enriqueciendo a los de arriba, perjudicando a al pueblo. La llamada reforma Educativa que impulsa el gobierno, se basa en recomendaciones del Banco Mundial que intentan consolidar un tipo de universidad al servicio de los intereses de monopolios y terratenientes, dejando afuera las necesidades populares y nacionales.
Dentro de los desafíos de este año tenemos el de poder recuperar la Federación Universitaria Argentina (FUA) con un gran frente estudiantil, que pueda organizar al millón y medio de estudiantes universitarios que tiene nuestro país para salir a la lucha.
Sacar al movimiento estudiantil a las calles
Entre las actividades centrales del Campamento, contamos con invitados que aportaron su visión sobre diferentes temas. Carmelo Cortese, docente de la Universidad Nacional de Cuyo, nos dio varios elementos para discutir y conocer a qué va el macrismo en la educación, a quiénes busca beneficiar y cómo afectará los contenidos de nuestros planes y el presupuesto.
También participaron Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Gildo Onorato del Movimiento Evita y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Martín Esquerra y el Negro, del Astillero Río Santiago. Junto a este panel pudimos discutir en torno a la implicancia de la reforma previsional y laboral, la magnitud de las jornadas de lucha de diciembre y los desafíos planteados para el movimiento obrero ocupado y desocupado.
El tercer día de charlas, contó con la presencia de Lorenzo Loncón, werkén de la Confederación Mapuche de Neuquén y un saludo enviado por la familia de Santiago Maldonado. La exposición y el debate rondaron en torno a la historia del pueblo mapuche, los históricos reclamos de tierra para vivir y trabajar y la represión que sufren por parte del gobierno de Macri, mientras beneficia a terratenientes como Benetton y Lewis.
Las actividades del último día permitieron discutir sobre la problemática de la mujer y la doble opresión (de clase y de género). Belén Spinetta, periodista especializada en temas de género dio su exposición que permitió discutir en torno a este tema, para luego funcionar en talleres donde debatimos los privilegios por ser varones en esta sociedad y como nos afecta la desigualdad de la mujer en el día a día. Quedó plasmada una vez más la necesidad de la aprobación de la Ley de Emergencia en Violencia contra la Mujer que el macrismo cajoneó y que la CEPA está muy avanzada en torno a esta temática al haber sido protagonista en la lucha contra la violación de una compañera en Chaco, contra el femicidio de Emma en La plata y la expulsión de la agrupación de un estudiante abusador que formaba parte de la CEPA en Rosario.
El evento contó con un afectuoso saludo de La Corriente de Estudiantes del Pueblo de Uruguay y entre otras actividades hubo peña, la histórica Cepachanga y batalla de gallos. Realizamos talleres prácticos de diseño, defensa personal, magia, bachata, salsa, tango, folclore, natación, teatro y chamamé. También hubo talleres de debate sobre temas específicos: Línea de la CEPA y construcción de agrupación; Diversidad sexual; Extensión, cultura y deporte; Estudiantes de institutos superiores; y Problemática de la droga y adicciones.
El campamento -como siempre- se realizó con el protagonismo de todos los que asistimos. Las tareas del campamento se sostienen con la participación de todos, desde la seguridad, la limpieza hasta cocinar.
Una vez más impulsamos esta forma de funcionamiento que es el mismo que peleamos en cada facultad donde militamos: la línea de protagonismo estudiantil a través del cuerpo de delegados; y una vez más, el campamento nos deja con ganas de volver a arrancar el año para sacar el movimiento estudiantil a las calles y enfrentar la política de ricos para ricos de Macri, para poder conseguir una Universidad donde se garantice el ingreso, la permanencia y el egreso, al servicio del pueblo y la Argentina: La universidad del pueblo liberado.