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13 de May de 2020

Trabajadores de frigoríficos en el centro de la lucha

La clase obrera y la crisis en EEUU

Con un millón y medio de contagios y cerca de 80.000 muertos al momento de escribir estas líneas, Estados Unidos está en el centro de la pandemia. El número de desempleados en pocas semanas creció a más de 33 millones, con el grave problema para los desempleados que también pierden el seguro médico porque la salud está en manos privadas.

Los principales contagiados por la pandemia son trabajadores de bajos ingresos que realizan tareas esenciales, como enfermería y limpieza, y los miles de “sin techo” que viven y terminan muriendo en calles de las ciudades más ricas del mundo, como Nueva York. La mayoría de los enfermos por coronavirus en Estados Unidos son negros o latinos, con poco acceso a los servicios de salud. Uno de cada cinco niños y familias estadounidenses está pasando hambre durante la crisis.

El presidente Donald Trump, que busca su reelección a fin de año, aprovechó la emergencia del coronavirus para reforzar su política contra los inmigrantes en Estados Unidos, aumentando la persecución hasta en la guardia de los hospitales donde se atienden los enfermos.

En este panorama, el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, fue un día de lucha donde miles de trabajadores del gigante de comercio electrónico Amazon y otras empresas de reparto (que multiplicaron sus ganancias durante la crisis) realizaron un paro de tareas exigiendo mejores condiciones de trabajo, seguridad y el derecho a sindicalizarse. También se movilizaron enfermeras y el personal de salud, contra los sectores de derecha apoyados por Donald Trump que pretenden abrir rápidamente la actividad económica.

 

La lucha de los trabajadores de frigoríficos

La industria de los frigoríficos en Estados Unidos reúne a miles de trabajadores en condiciones de trabajo de hacinamiento. La gran mayoría de los trabajadores de la carne cobra muy bajos salarios y son de origen africano o latinoamericano.

Más de 40 grandes frigoríficos en todo Estados Unidos debieron cerrar sus puertas o reducir su producción. Al menos 9.000 trabajadores se contagiaron y 40 de ellos han muerto hasta ahora. En las plantas más grandes se registraron más de 1.000 casos en cada una. Como muchas de las ciudades que las rodean no estaban en cuarentena, el virus se extendió rápidamente a la comunidad. La situación actual con el coronavirus ha servido para poner en evidencia la concentración que se ha registrado a lo largo de los años en las empresas procesadoras de carne en Estados Unidos, que ha hecho que solo unas pocas controlen el mercado de casi todo un país. Para que se tenga una idea, según datos del Departamento de Agricultura, sólo diez plantas procesan cerca del 60% de toda la carne vacuna que se consume en todo Estados Unidos, mientras unas 15 factorías procesan más del 50% de todos los cerdos que son sacrificados en el país. Entonces si tres o cuatro de esas plantas frigoríficas dejan de funcionar, esto produce un efecto devastador sobre toda la cadena de distribución.

Como medida de protesta, cientos de trabajadores pararon la producción y abandonaron algunas de las plantas frigoríficas luego de que el Estado diera marcha atrás con una orden de cierre para ser desinfectadas. Los gobernadores de esas ciudades, apoyados por el presidente Trump, amenazaron a los trabajadores que perderían sus beneficios como desempleados si no retornaban a sus puestos de trabajo.

 

Crece el reclamo por salario y salud para todos

Bernie Sanders, el senador demócrata que representa a una corriente importante socialdemócrata de izquierda en Estados Unidos con fuerza entre trabajadores, jóvenes y minorías planteó la consigna de Salud para Todos (HealthCare for All) proponiendo reformular el sistema de salud en Estados Unidos que está en manos privadas para que sea de acceso universal. La atención para un enfermo de coronavirus en Estados Unidos cuesta un promedio de $70.000 dólares. Como relató una joven trabajadora latina de Nueva York en una entrevista: “Antes de avisarnos que mi mamá había fallecido se comunicaron desde el hospital para reclamarnos la deuda que teníamos que pagar”.

Crece el reclamo de los trabajadores y se han presentado proyectos de ley para que las empresas cubran el salario con la ayuda del Estado, como sucedió en varios países de Europa y tomando como modelo el paquete de medidas que aprobó el Congreso para un “salvataje” a las empresas aeronáuticas que dejaron de volar.

 

Foto: Trabajadores de Amazon reclaman “nuestra salud es igual de esencial”

Hoy N° 1814 13/05/2020