Inexplicablemente, la Comuna se detuvo ante el umbral del Banco de Francia, que no expropió: “Fue éste –señala Engels– un error político muy grave. El Banco de Francia en manos de la Comuna hubiera valido más que diez mil rehenes. Hubiera significado la presión de toda la burguesía francesa sobre el gobierno de Versalles para que negociase la paz con la Comuna”. El gobierno obrero de la Comuna, del pueblo en armas, fue elegido por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad, como organismo legislativo y ejecutivo a la vez, los cargos eran revocables y remunerados con salarios de obreros, en el ejercicio de la crítica y autocrítica de sus actos.
03 de May de 2017