Nuevas señales de alerta han asomado en las principales economías del mundo. Los temores a una profundización de la crisis de deuda soberana europea hicieron que los rendimientos de los bonos italianos y españoles llegaran a niveles récord en la era del euro, mientras que en Estados Unidos no hay acuerdo para subir el límite legal de deuda fiscal y en China el gobierno sigue lidiando contra la inflación.
Nuevas señales de alerta han asomado en las principales economías del mundo. Los temores a una profundización de la crisis de deuda soberana europea hicieron que los rendimientos de los bonos italianos y españoles llegaran a niveles récord en la era del euro, mientras que en Estados Unidos no hay acuerdo para subir el límite legal de deuda fiscal y en China el gobierno sigue lidiando contra la inflación.
Lo significativo de esta nueva oleada de la crisis mundial es que a raíz de los “salvatajes” practicados en las potencias imperialistas, el default originado en el sector inmobiliario se ha extendido a la esfera del endeudamiento público y al hacerlo, compromete a buena parte del capital financiero y a los gigantescos monopolios contratistas del Estado.
A la grave situación de default de Europa (que ya salpica a la tercera potencia de ese continente, Italia) y de Japón, amenaza agregarse ahora la dificultad del imperialismo yanqui para continuar financiando su monumental endeudamiento estatal, situación que viene paralizando las economías estaduales y la del propio gobierno federal.
En el seno del Congreso norteamericano no se ha logrado acuerdo para ampliar el endeudamiento global. La fecha límite de ese acuerdo es el 2 de agosto y, en este sentido la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ha informado que “si no se logra acuerdo, Estados Unidos podría volver a la recesión, o incluso perder su calificación AAA, ya que S&P advirtió que calificaría al país con ‘default selectivo’”. Al respecto, la nueva jefa del Fondo Monetario Internacional advirtió que “un eventual incumplimiento de Estados Unidos a sus compromisos de deuda pondría en riesgo la estabilidad de la economía mundial”.
Lo de “default selectivo” significa que si bien el gobierno norteamericano puede seguir pagando los servicios de la deuda, privilegiando al sector financiero como es su política, el dinero no va a alcanzar para el pago de otras obligaciones. El presidente Obama ya anunció que por falta de fondos, el 3 de agosto no se iban a poder librar los cheques de las pensiones a cargo del gobierno, con lo que eso significa desde el punto de vista económico (sobre el consumo ya deprimido) y social. A lo que puede seguir la suspensión o postergación de pago a los poderosos monopolios contratistas del gobierno federal, sea de armamentos o de obras públicas (como ya viene ocurriendo con los gobiernos estaduales), con el freno que eso significaría a la menguada “recuperación” de la economía norteamericana. Y esto no se resuelve con mayor liberación cuantitativa de dinero por la Reserva Federal, alimentando la especulación financiera, porque es el gobierno el que necesita ese dinero para pagar y sólo puede obtenerlo endeudándose más, que es lo que hoy precisamente está en cuestión.
Un informe de la OCDE del 12 de julio muestra que ya hay señales de desaceleración en las principales economías del mundo. De acuerdo con la organización, la lectura de mayo apunta a una desaceleración en la mayoría de las principales economías, entre ellas Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Brasil, China e India. En tanto, EEUU, Japón y Rusia muestran signos de puntos de inflexión en el ciclo de crecimiento.