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25 de June de 2014

La crisis en el Alto Valle de Río Negro

El caso de los pequeños y medianos productores de fruta

Como en la mayoría de las economías regionales los pequeños y medianos chacareros pasamos otra cosecha sin lograr rentabilidad. Las principales exportadoras se preparan para pagar por kilo de fruta de exportación $2,40, o menos, lo que va a dejar un promedio para el productor de $1,80, en razón de que al momento de pagar los exportadores monopólicos informan arbitrariamente la calidad y cantidad de la fruta que les entregan los productores, y no toda la fruta se exporta.

Como en la mayoría de las economías regionales los pequeños y medianos chacareros pasamos otra cosecha sin lograr rentabilidad. Las principales exportadoras se preparan para pagar por kilo de fruta de exportación $2,40, o menos, lo que va a dejar un promedio para el productor de $1,80, en razón de que al momento de pagar los exportadores monopólicos informan arbitrariamente la calidad y cantidad de la fruta que les entregan los productores, y no toda la fruta se exporta.
Los gastos de producción de la temporada oscilan entre $1,40 a 1,50 por kilo. La situación se agrava porque en una parte importante de la región del Valle habrá una merma en la producción de alrededor del 40%, por lo que la brecha será más grande entre los costos fijos en aumento y el precio final. Por otro lado el costo de producción que se determinó por los organismos oficiales es de 0.32 centavos de dólar.
Si hacemos un repaso de estos 10 últimos años podemos ver que la producción se ha concentrado enormemente. Hoy las 4 exportadoras más grandes concentran el 70% de las salidas a ultramar, se han perdido o abandonado cerca de 11.000 hectáreas del Valle irrigado que son muy difíciles de poner en producción nuevamente. De las hectáreas que quedan, más del 50% son de grandes empresas monopólicas, lo que es una prueba contundente de la política de concentración de la producción en el campo que ha impulsado el gobierno kirchnerista a escala nacional.
En un Valle con 10.000 productores en los años setenta hoy quedan menos de 1.500 arrinconados en el centro-este del mismo.
Esta situación se agrava más todavía con la política kirchnerista de inflación con devaluación porque los precios de los insumos importados siempre se acomodan primero que el de la fruta. Esto también se agrava por la falta de financiamiento para los pequeños y medianos productores, imprescindible en las tareas de preparación del cultivo.
Toda esta crisis se ve reflejada en la cantidad de fruta que se exporta. Por ejemplo este año no van a salir para ultramar más de 400.000 toneladas y algo más de 100.000 toneladas a Brasil, lo cual nos remonta a los peores años de la década del 90 para encontrar volúmenes tan bajos de exportación.
El gobierno hace oídos sordos a todos los reclamos de los productores que venimos reclamando que se garantice el precio sostén y la rentabilidad, que es lo que posibilita que sigamos en la actividad y garantizar el pago de los salarios que merecen los trabajadores rurales de las fincas. La política del gobierno, por lo contrario, es aumentar la presión impositiva, mandar a los empleados de la AFIP a perseguir a los pequeños y medianos productores y de otros organismos de control nacional y provincial para terminar de ahogar a los productores.
Desde la Juventud de FAA venimos desde hace un poco más de dos años dando pelea para organizar, desarrollar y fortalecer los organismos de base de los productores que nos permita enfrentar la política de ajuste inflacionario del gobierno y a su vez dar la lucha por la tierra que forjaron nuestros padres y abuelos con enorme sacrificio y de la cual nos están expulsando.