Esta campaña, que se visualizó en la parte trasera de micros urbanos y en la vía pública, apunta a poner trabas al cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral (Ley ESI) y se opone a las modificaciones de esta ley. Con la implementación de la ley ESI, las escuelas deben incorporar en la currícula esta temática y contemplar las leyes sancionadas con posterioridad como la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género.
La campaña “Con mis hijos no te metas” provocó el repudio de diversos sectores que trabajan a favor de la ESI exigiendo a la Municipalidad de Córdoba que dé cumplimiento a una ordenanza donde se impide publicaciones de este tipo. Los avisos publicitarios estuvieron vigentes sólo un día ya que la empresa de transporte retiró los carteles de las unidades y en la vía pública muchos fueron tapados.
Esta campaña se origina en Perú y tiene su eco en nuestro país, desde sectores reaccionarios de las iglesias católica y evangelista. Se basan en difundir falsedades en torno a lo que dice la Ley 26.510 y crear confusión. Uno de los argumentos difundidos es: “deben pedir autorización a los padres para trabajar ESI, sino vulneran la patria potestad”. Esto es falso, porque los contenidos de ESI están aprobados por el Consejo Federal de Educación. Así como no pueden los docentes preguntarle a los padres si quieren o no que dos más dos es cuatro, por ley, tampoco es necesario pedir permiso para trabajar ESI. La familia y la comunidad pueden participar de Talleres de Educación Sexual Integral.
Otro de los argumentos falsos que difunde esta campaña es que “la ESI adoctrina la ideología de género”. Cuando en realidad los contenidos de la ESI se basan en los pactos internacionales de Derechos Humanos. Uno de los objetivos fundamentales para el nivel secundario es el poder decir No frente a la presión de los pares y los medios sobre el inicio sexual.
La Ley ESI busca garantizar derechos de niños, niñas y adolescentes. En su artículo primero establece: “A los efectos de esta ley, entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”. Se plantea que la sexualidad es mucho más que el aparato reproductor y que integra la identidad, diversidad, dignidad, emociones y sentimientos, formas de vincularnos, el cuidado y respeto del propio cuerpo y el de otras personas, como así también la autonomía de decisión. Dicha ley se basa en un plan de educación progresiva que se ajusta a las necesidades de cada etapa respetando los procesos de aprendizaje.
Entendemos que en el marco de las discusiones por el proyecto de ley de legalización del aborto, se permitió la apertura del debate de diversas cuestiones. Más allá del aborto, hoy se han abierto nuevos nudos de debate vinculadas a la educación sexual y a las relaciones que mantenemos. Esto nos permite en muchas escuelas y a muchos jóvenes poder debatir sobre los vínculos, formas de vivir la sexualidad, estereotipos y los distintos tipos de familia.
Escribe Jesica Ribulgo, Casa de las Mujeres Córdoba
Hoy N° 1736 27/09/2018