1. Una lucha prolongada
“Es una catástrofe lo que está sucediendo”. Así se sinceró la ministra de Salud Carla Vizzotti sobre la segunda ola de la pandemia en la Argentina. El 24/4 hubo 21.220 contagios y 298 fallecidos. Crecen los casos de jóvenes y adultos. Desde el inicio, hay 2.879.677 contagios, 2.542.004 recuperados y 62.087 muertos al 26/4. Los trabajadores de la salud sufren largas jornadas de trabajo y bajos salarios. Muchos hospitales y clínicas están desbordados. La situación en las villas, asentamientos y en los barrios populares es desesperante. Las medidas sanitarias impulsadas por el gobierno son saboteadas por el macrismo y otros sectores reaccionarios.
Hay un paso de avance con las vacunas. Llegaron 8.932.600 y fueron aplicadas 7.134.949. El laboratorio bonaerense Richmond y el ruso Gamaleya acordaron fabricar la vacuna Sputnik en la Argentina para aplicar a los argentinos. Grupos de científicos trabajan para la vacuna nacional. Las del Conicet y las universidades de San Martín y La Plata están avanzadas. Cuba y México avanzan con las suyas. Todo esto demuestra que existe en nuestro país y en América Latina capacidad científica para desarrollar vacunas propias, y que frente a los esfuerzos de la ciencia y tecnología, es necesario que el Estado aporte los fondos necesarios.
En el mundo, un puñado de países imperialistas monopoliza las vacunas y las usan como chantaje para agravar la dependencia. La vacuna nacional es una cuestión de soberanía, es estratégica.
Tenemos por delante una lucha difícil y prolongada contra la pandemia. Con ejemplos para avanzar en el protagonismo popular. Trabajadores del Astillero Río Santiago fabrican material sanitario, los movimientos sociales, como la CCC y el Movimiento Evita realizan a través de sus cooperativas de trabajo 1.350.000 kits (camisolín, cofia y cubrebotas) para el personal sanitario de Buenos Aires.
Seguimos la pelea desde los comités de crisis, promotores de salud y contra la violencia a las mujeres, y las brigadas voluntarias de jóvenes. Un triunfo es el reconocimiento del gobierno a los trabajadores de los comedores, merenderos, hogares y jardines comunitarios, destinando más de 70.000 vacunas para esas mujeres y hombres que llevan alimentos a millones de personas.
2. El 1° de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores
La canasta básica subió 5% en marzo, es de $20.500 para una familia de 3 integrantes, y la canasta total es de $48.500 (datos del Indec).
Junto a los sufrimientos del pueblo por la pandemia, millones de familias viven en una situación desesperante por el hambre, la falta de agua potable, la desocupación y el hacinamiento. Cada mes la inflación suma más y más pobres, sobre todo niños y jóvenes.
Las masas no se quedan esperando. Siguen y crecen las luchas.
Los limoneros tucumanos llevan adelante un plan de lucha por sus salarios. Los atacó un vehículo sin patente que disparó siete tiros de un arma de fuego, baleando a una compañera. Los trabajadores acusan al secretario general de la seccional de El Chañar. Nos solidarizamos con los compañeros y exigimos el castigo a los culpables.
Sigue la huelga de los trabajadores de la salud de Neuquén, que rechazaron la oferta miserable del gobierno. Paran por sus salarios los trabajadores de la salud de Río Negro. En Chubut se movilizaron en solidaridad con los trabajadores de salud neuquinos y por sus propios reclamos. Sigue el paro de los gremios docentes de Capital.
Este 1° de Mayo, miles de millones de trabajadoras y trabajadores en todo el mundo levantarán los puños y agitarán sus banderas de lucha en el Día Internacional de la clase obrera. Un mundo en el que los imperialismos con sus monopolios y sus socios en los países oprimidos acumulan fortunas gigantescas a costa de los sufrimientos de los pueblos. En Argentina llamamos a conmemorar este 1° de Mayo en todo el país, tomando los recaudos necesarios por la pandemia.
3. La disputa imperialista
El presidente yanqui Biden viaja a fortalecer la relación con Europa y a una reunión de la OTAN (la alianza militar de Estados Unidos con Europa, Canadá y Gran Bretaña). En Inglaterra se reúne con el G7, que integran Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá. Inglaterra avanza con su plan de reforzar el armamento atómico de sus submarinos de propulsión nuclear, que en gran parte navegan el Atlántico Sur, para consolidar sus posiciones coloniales y sobre la Antártida.
Para Latinoamérica, Estados Unidos planifica una campaña en lo que considera su “patio trasero”, con el objetivo de “frenar los avances de China y Rusia en América Latina”.
Aprovechando el manejo de Estados Unidos de sus vacunas solo para su propio territorio, China y Rusia avanzan sobre América Latina. China prolonga su plan de “la ruta de la seda” en nuestra región, desplegando su enorme flota de barcos pesqueros, sellando acuerdos de granos y carnes necesarios para su soberanía alimentaria y sumando países para su red digital 5G. Rusia y China también buscan afirmar sus posiciones con bases supuestamente “científicas” y expandir sus tecnologías en usinas atómicas.
Las vacunas habrían sido motivo central del viaje de Juan González, del poderoso Consejo de Seguridad yanqui. Biden envió vacunas a sus socios Canadá y México. Ahora liberó las vacunas de AstraZeneca, abriendo la posibilidad de que lleguen a la Argentina a cambio de frenar la construcción de una usina atómica y el G5 chino.
En un seminario con el Partido Justicialista argentino, el PC Chino invitó a Alberto Fernández a festejar su centenario en julio. Participaron el embajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, José Luis Gioja, Cristina Álvarez Rodríguez y Jorge Taiana.
El embajador ruso, Dmitry Feoktistov, afirmó que: “Argentina no solo es un socio estratégico, es un aliado en la lucha contra la Covid-19”. El ministro de Economía argentino viajó a Moscú.
El presidente de Brasil, Bolsonaro, despidió a militares, ministros, y amenaza que si pierde las elecciones habrá un golpe de Estado. En medio de esa situación, el ex presidente Lula fue habilitado por la Corte Suprema brasileña a ser candidato en las presidenciales de 2022.
La Argentina, país en disputa, sufre las consecuencias de esa trifulca imperialista.
4. Unir al pueblo y aislar al macrismo
En medio de esta situación que vive el país y el pueblo, el macrismo aprovecha las medidas sanitarias del gobierno para abrir un debate sobre la educación, secundarizando la emergencia con la multiplicación de contagios y muertes. Montándose en la división social, política y cultural que hay en la sociedad, buscan confundir. Ocultan los datos reales y se llenan la boca hablando de la educación cuando su política fue desfinanciarla. En el 2011 el presupuesto educativo de la Ciudad de Buenos Aires representaba el 27,8% del total del presupuesto. En diez años de macrismo se fue reduciendo hasta ser en el 2021 de 17,3%.
Son tan hipócritas, que cuando se ha vacunado solo el 14% de los docentes pretenden aparecer como abanderados de la educación. Bajo su gobierno, con su política, hicieron lo imposible para destruir la escuela pública, así como destruyeron la salud pública.
Desde su derrota electoral en el 2019, su objetivo fue y es desgastar al gobierno, y crear las condiciones para “formatear a la Argentina de un modo más autoritario”, como alentó el periodista Marcelo Longobardi, del grupo Clarín, hablando con total desprecio de las masas oprimidas y justificando cualquier intento de aventura golpista.
Alientan a los que en el peor momento de la emergencia sanitaria desconocen un decreto del Poder Ejecutivo y ponen la decisión en manos de la Corte Suprema. Una muestra de cómo trabajan para desgastar la “gobernabilidad”.
Los sectores más reaccionarios, por ahora, tropiezan con una gran dificultad. El pueblo argentino tiene grandes reservas nacionales y democráticas. Lo mostró el 24/3 con movilizaciones a Plaza de Mayo y en toda la Argentina. Lo mostró el 2 de Abril frente a la Torre de los Ingleses y en todo el país. Esas masas que vienen protagonizando la política desde la lucha, que siguen estando a la cabeza para enfrentar la pandemia y la crisis social, avanzan buscando la unidad de las fuerzas populares, patrióticas y democráticas, enfrentando hoy al macrismo y otros sectores reaccionarios.
Nosotros apostamos a ellas para abrir el camino a una patria con tierra, techo y trabajo, con salud y educación públicas, con plena soberanía económica y territorial.
Los senadores del Frente de Todos presentaron un proyecto que le pide al ministro Martín Guzmán invertir en gastos para la pandemia los 4.350 millones de dólares que girará el FMI, y no para pagar la deuda.
El pago de esa deuda ilícita y fraudulenta debe ser suspendido, e ir a fondo con el robo de las finanzas públicas y el castigo a Macri y sus cómplices.
El 30/4 vence la concesión de la Hidrovía. La reunión del Consejo Federal de la Hidrovía fue postergada por la muerte del ministro Meoni. En ese contexto, los senadores del Frente de Todos presentaron un proyecto de ley de crear una bicameral que controle la licitación de la Hidrovía.
Peleamos por la derogación del llamado a licitación. En la puja interimperialista que disputa nuestros puertos, nuestros ríos y nuestro mar, somos parte de un importante contingente de fuerzas nacionales y populares que luchamos por la verdadera recuperación de nuestra soberanía nacional sobre el Río Paraná, el Río de la Plata y las islas y aguas del Atlántico Sur.
5. Protagonizar la política encabezando la lucha
Todo indica que la segunda ola irá agravando la emergencia sanitaria y con ella todas las emergencias. Crecen los padecimientos populares.
En la pelea para que haya vacunas para todos, es para los revolucionarios un deber seguir en la primera línea de la lucha contra la pandemia, fortaleciendo y multiplicando los comités de emergencia en los barrios, las fábricas, las zonas agrarias y en todos los ámbitos de lucha popular.
En medio de esta grave situación todo parece indicar que las elecciones legislativas serán postergadas, llevando a setiembre las PASO y a noviembre las generales. A pesar de esto, gobiernos provinciales como los de Jujuy, Salta y Misiones, mantienen sus elecciones provinciales en junio y julio, mostrando que sus prioridades están lejos de ser los intereses populares.
Estamos orgullosos del papel que ha jugado el PCR, su JCR y los movimientos de frente único de los que formamos parte desde el inicio de la pandemia.
Con la línea planteada por nuestro Comité Central el Partido tuvo iniciativas y con el trabajo de miles de militantes en todo el país pudimos avanzar. Escuchando mucho a las masas y encabezando las luchas por sus necesidades, acumulamos fuerzas, crecimos y ganamos prestigio. Somos motor de la unidad obrera y popular.
En medio de la realización del Mes de la Prensa, estamos en un momento favorable para dar un nuevo salto en el crecimiento y la construcción orgánica.
Para avanzar hacia la revolución que acabe con los sufrimientos de trabajadores, campesinos, naciones y pueblos originarios, intelectuales, científicos y artistas, y demás sectores patriotas.
Una revolución que libere a la nación de la dependencia del imperialismo; termine con el latifundio a través de la reforma agraria. Así podremos resolver de fondo las emergencias que sufre nuestro pueblo y conquistar una verdadera soberanía nacional.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro
Foto: La CCC, la FNC y el PTP-PCR de Chubut marcharon en Comodoro Rivadavia el jueves 22 de abril.