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25 de November de 2015

Conversamos con Gladys Roldan y Graciela Bogado, presidenta y tesorera de Amas de Casa Del País, sobre cómo surgió la necesidad de organizarse para enfrentar la violencia hacia las mujeres y cómo sigue la lucha.

La experiencia de Amas de Casa del País

El 25 de noviembre por la no violencia

 
—¿Cómo surgió la necesidad de organizarse alrededor de la problemática de la violencia hacia las mujeres?

 
—¿Cómo surgió la necesidad de organizarse alrededor de la problemática de la violencia hacia las mujeres?
Gladys: Después de que este país sufriera la falta de trabajo y de no poder dar de comer a nuestros hijos, vimos la necesidad de poder organizarnos y salir a pelear. En esa época era por planes y por comida para los comedores. Salimos a la lucha principalmente las mujeres que vimos la necesidad, íbamos de barrio en barrio recorriendo para buscar una leche, un paquete de fideos, para poder llevar algo a la mesa. Nos fuimos organizando cuando se cortó la ruta, con lluvia, con sol. Muchas mujeres salieron y a partir de que se consiguieron los primeros planes. Yo creo que las mujeres vimos y sentimos el cambio que hubo en nuestras vidas, a partir de saber que el mejor cambio era salir a luchar para poder vivir mejor, exigiéndole al gobierno lo que necesitábamos.
En este proceso, los maridos deprimidos por la falta de trabajo, el alcohol y la droga, hizo que en las casas se produjera un quiebre, en el sentido de que la que traía el mango era la mujer y ahí fue un simbronazo. Empezamos a ver que las compañeras empezaban a sufrir malos tratos, lo contaban las mismas compañeras, llegaban tarde a cumplir en su trabajo, en esa época salían a zanjear, a limpiar la basura de las calles, con la carretilla. 
Peleamos por mercadería para que funcionen más comedores y esto nos llevó, también, a ver la forma de sobrellevar esta situación de violencia que muchas veces pasaba entre compañeros.
Comenzó a venir una abogada que asesoraba y durante la semana las mujeres íbamos a la casa de la compañera, de 10 a 15 mujeres, para hablar con el marido que le había pegado a la compañera y le decíamos que no lo hiciera más. Si lo volvía a hacer, íbamos una segunda vez y le volvíamos a decir lo mismo; ya la tercera, se le decía que lo sacábamos de la casa. En algunas visitas, el marido se tuvo que ir, en otras la situación mejoró, y en muchas esos hombres se sumaron al movimiento y a la lucha. 
Lo que nosotros vimos durante estos más de 20 años, con los distintos gobiernos, es que cuando la situación empeora y es más difícil las que más sufren son las mujeres y los niños, porque siempre el peso cae sobre la mujer. 
Fuimos mejorando: hacemos acompañamiento al juzgado, a veces las acobijábamos en alguna de nuestras casas porque no teníamos lugar. Hasta que pudimos conseguir tener nuestra casa. Todo lo que nosotras hacemos es un paliativo, porque hasta que no cambie este país y se cambie la visión sobre el rol de las mujeres y la necesidad de que las mujeres nos organicemos esto no va cambiar. Por ejemplo a nuestra casa no la banca nadie y no podemos recibir a las mujeres porque no tenemos colchones y comida para ofrecerle como refugio. Seguimos en la pelea porque se nos dé lo necesario para que las mujeres puedan venir transitoriamente hasta que puedan volver a su casa. 
 
Graciela: Así como cuenta Gladys, las compañeras venían con los ojos morados, tenían vergüenza de contarnos porque estábamos en la escuela amarilla y ahí surgió la necesidad de tener una casa para estar con ellas a solas. Acompañábamos a las compañeras a hacer la denuncia y al Juzgado para la exclusión.
Al principio nos costó porque nuestro lugar era estar en la casa y salir cambió el panorama. Si bien la situación es diferente sigue habiendo violencia, por ejemplo ahora tenemos una compañera viviendo acá que vino de Paraguay, la trajo el hermano con dos criaturas, se peleó con el hermano, él le pegó y no tiene donde vivir. Está con dos criaturas y con la ayuda de las compañeras tratamos de ayudarla y que se organice. Nosotras entendemos que sin lucha nada va a cambiar, hoy se habla de quien gobierna y nosotras sabemos que esté quien esté, esto no va a cambiar, dicen tantas mentiras y eso da mucha bronca. Hay hambre, la plata no alcanza para comer, ahora tenemos el comedor en el jardín y sabemos que los chicos vienen a comer, vemos a las madres venir con sus sufrimientos.
Vamos a hacer un curso de prevención de violencia con las mujeres del barrio y las madres de los chicos del jardín, porque como dijo Gladys en esta fecha las familias se brotan. Cuando no hay plata es cuando surgen los problemas, todo lo que fue dando el gobierno, que no es que lo dio nosotros se lo arrancamos porque ellos dicen que nos dan y a nosotros nadie nos regaló nada. 
Todo lo conseguimos a través de la lucha, caminábamos de Liniers a Plaza de Mayo por planes, por los comedores y por mercadería. Nosotras queremos que la gente coma en su casa y que elija qué comer. A veces nos dicen que son vagos y no es así porque la gente quiere salir adelante. 
Por nuestro refugio pasaron muchas mujeres, muchas lamentablemente tuvieron que volver con el golpeador porque no tenían qué darle de comer a sus hijos y las que tienen trabajo tienen la posibilidad de salir de eso con sus hijos y poder darle de comer.
 
—Por lo que ustedes dicen el factor del hambre para tomar el tema de la violencia fue fundamental. Y están los Encuentros Nacionales de Mujeres ¿Qué piensan ustedes que aportaron los encuentros en la lucha por terminar con la violencia y en la organización de las mujeres?
Gladys: Los encuentros son para nosotras eso que no existe en ningún lado: un gran movimiento se podría decir donde cada una puede decir lo que quiera, contar su historia, sin ninguna sabionda que te hable, donde las mujeres sencillas podemos contar lo que nos pasa. Esto fue aportando en nuestra decisión de seguir en la lucha por los temas de las mujeres y así como nosotras fuimos por primera vez, por ejemplo yo la primera vez que fui no hablé, en el segundo dije 7 palabras y en el tercero dije 100. Es un proceso que pasamos todas las compañeras y hay que valorizarlo mucho, yo creía que mi vida era mi casita, mis dos nenitos y mi familia nada más, pensaba que eso era todo y no es así.
Son muchas las cosas que nos faltan, pero si nosotras nos organizamos y principalmente conocemos el Encuentro donde está la realidad de las mujeres de todo el país y las distintas experiencias que cuenten las mujeres te hace venir llena de ganas para seguir pelándola y compartir con las otras mujeres. Para el Encuentro de Mar del Plata, han salido 445 mujeres de la Matanza organizadas desde ACP y la CCC.
 
Graciela: Te ayuda a fortalecer, a ver las necesidades y como viven las mujeres en nuestro país. A mí en lo personal me gusta porque ahí nadie me da nada, nosotras juntamos la plata haciendo actividades y ahí ya empieza la alegría. Porque eso significa que estamos dando pelea para que la que no tiene viaje igual y pueda contar su historia. 
Ningún gobierno sabe el esfuerzo que hacemos las mujeres para poder ir al Encuentro, cuando veo que ellos se quieren adueñar me da mucha bronca. Ellos quieren adueñarse de las cosas que son nuestras, de las cosas que ganamos en la calle y nosotras cuando salimos es para conseguir cosas para todos.
 
—Este año estuvieron en el taller de Violencia ¿qué debates hubo?
Graciela: Las del gobierno se tuvieron que quedar calladas porque no tiene fundamentos, por ejemplo la ley que conseguimos es como que no existe porque no hay presupuesto, no hay refugios para las mujeres, en las comisarias tratan mal. Nadie nos cuida, nos cuidamos entre nosotras, es como decía Gladys, vos vas a la casa le hablás al golpeador, vas una segunda vez y si no había resultados denunciábamos en la asamblea o directamente lo agarrábamos al tipo para que vea lo que es.
El gobierno no hace nada, te ponen ese botón antipánico, que no anda, hasta que lográs pedir ayuda ya te mataron. Ellos no ven la realidad, nadie sabe nada, porque si no tendrían que haber venido a ver qué necesitamos y nunca lo hicieron. 
 
—¿Qué significó la movilización del 3 de junio, el #niunamenos para ustedes y qué esperan para este 25 de noviembre?
Gladys: Ahora las mujeres ocupamos otro lugar y denunciamos que el Gobierno no hizo nada, siguen muriendo mujeres a pesar de esa gran movilización del 3 de junio. A la vez quiero decir que en estos más de 20 años de lucha por terminar con la violencia no fueron en vano y que sigue siendo una necesidad imperiosa. Ningún gobierno hizo nada por las mujeres cuando nos organizamos fue cuando conseguimos cosas.
El 25 de noviembre vamos a participar desde La Matanza para desnudar que acá nada hicieron y las mujeres seguimos sufriendo la violencia que cuesta la vida en muchos casos, que se hagan cargo de lo que les corresponde. 
Vamos a exigir refugios, jardines maternales, trabajo y que se elimine el IVA de la canasta familiar, porque ese es un dolor muy grande, el dolor de no tener que darle de comer a nuestros hijos.
 
Graciela: El 3 de junio fue una gran alegría, no quedó ninguna sin salir. Así que en esta situación, en la que a las mujeres las siguen matando, es muy importante que salga a la luz. ¿Qué hace el gobierno? tiene que tomar medidas concretas para que no sigan muriendo las mujeres. 
Este 25 vamos a estar ahí peleando por que no se muera ninguna mujer más, porque ninguna mujer más sea golpeada.