El Ministerio de Salud de la Nación cuenta con la política sanitaria del doble discurso al que nos tiene acostumbrados el matrimonio presidencial. Los trabajadores de la salud nos encontramos permanentemente con la miseria de nuestro pueblo, mientras presenciamos que la palabra “equidad” de la que tanto habla la ministra Ocaña, está construida sobre la explotación, el abandono y la desigualdad extrema. La “equidad” es sólo una más de sus crueles mentiras: con una política de in-salud, con un ministerio paralizado y sin objetivos claros, una gran cantidad de compañeros sin funciones específicas, programas de promoción y prevención que fueron vaciados de contenidos y de personal, y hasta se dejó de enviar leche en polvo para los niños a los centros de salud, debido a problemas con el proveedor.
Tenemos que empezar a ver la cantidad de muertes evitables por falta de atención médica, por falta de programas de salud que se relacionan con las necesidades locales, por falta de atención a la niñez, etc.
El gobierno K quiere ocultar la situación epidémica que sufren las provincias del norte porque esto pone al desnudo la política que el gobierno tiene, que es de abandono de los sectores más carenciados. Y el dengue es la muestra más reciente de la política de doble discurso de este gobierno, que hace pagar la crisis a los que menos tienen.
Mientras, ya suman 19 las provincias afectadas por el virus del dengue. La ministra Ocaña dice “estamos trabajando para controlar la epidemia”, sin aclarar cuáles serán las acciones que llevarán a cabo para lograrlo y poniendo todo el acento en que la culpa es del mosquito.
Esta es sólo una parte de la verdad, la otra, es que la ministra de Salud de Chaco es Sandra Mendoza, una enferma psiquiátrica que resultó ser incapaz de llevar adelante cualquier política de salud en beneficio de la población.
Con total caradurez, siguen planteando que ésta es una campaña política contra los K, cuando ellos son los únicos responsables de que hoy haya una epidemia, ya que todo el dinero que tenían que destinar a promoción y prevención de la salud de la población fue a parar a las arcas de estos corruptos, con la anuencia del gobierno que privilegia las alianzas electorales sobre la salud de la población. Y no pueden controlar la epidemia, porque en esos lugares, como en el resto del país, hay un sistema de salud totalmente devastado y en condiciones indignas de atención a la comunidad, por la carencia absoluta de campañas preventivas y fumigaciones para erradicar la plaga de mosquitos; y fundamentalmente, porque este gobierno debería tomar medidas de infraestructura como agua potable, saneamiento, viviendas y trabajo dignos para todos nuestros hermanos chaqueños.
Para estos funcionarios K, como siempre, son algunos pobres menos, como lo fue hace más de un año con los hermanos originarios que murieron de tuberculosis o los salteños que quedaron debajo del alud de barro por el desmonte.
Emergencia sanitaria
Exigimos que se declare emergencia sanitaria en todo el territorio nacional, destinando fondos del ATN (Aportes del Tesoro Nacional) para la lucha contra el brote epidémico del dengue, para disponer de elementos adecuados para fumigación y una campaña preventiva adecuada para evitar la propagación de esta epidemia.
Los K y los otros candidatos electorales de las clases dominantes ocultan el dengue porque es un tema “piantavotos” para las elecciones; y mientras, se sigue pagando la deuda externa ilegítima y fraudulenta…
Nuestro pueblo se hunde en la miseria del dengue, la desocupación, la falta de viviendas, el hacinamiento, etc. Por eso, ahora más que nunca, es necesario que nos unamos en la lucha para garantizar una política de salud acorde a las necesidades de nuestro pueblo. Poniendo por delante el protagonismo en multisectoriales que discutan por región y barrios cuáles son las necesidades más urgentes, y las medidas de emergencias ante el dengue, como el reparto masivo de repelentes, eliminación de aguas servidas, plan masivo de construcción de cloacas, garantizar el agua potable. Junto con las medidas de lucha y el control popular para garantizarlo. Allí, los trabajadores de la salud debemos jugar un gran papel.
Micaela y Sofía, ATE Salud, Barracas