A fines de diciembre se conoció un video donde Marcelo Villegas, mientras era ministro de Trabajo bonaerense en el gobierno de María Eugenia Vidal, dijo durante una reunión con empresarios, dirigentes macristas como el actual intendente de La Plata Julio Garro, y agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), ex SIDE: “Si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría”. Así explicaba la estrategia política y judicial contra los sindicatos.
Con precisión e ironía, los compañeros diputados nacionales del PTP-PCR en el Frente de Todos, Verónica Caliva y Juan Carlos Alderete, nombraron como “GestaPro” a este engendro macrista.
El video, dado a conocer por la actual interventora de la AFI, por un lado es una muestra más de cómo el macrismo en el gobierno trabajó para avanzar sobre los derechos de los trabajadores y los sectores populares. Porque más allá del carácter de los dirigentes a los que se quiso enjuiciar, el objetivo macrista fue y es destruir a los gremios, para favorecer a los sectores de las clases dominantes de la que es un fiel sirviente.
Lo otro que devela este video es cómo operan los servicios de “inteligencia” del Estado, y su total vigencia en la Argentina actual. En la reunión en la que Villegas se lamenta de no tener un aparato de represión como el de los nazis alemanes, participaron tres altos jefes de la AFI, y todo quedó filmado por la misma AFI. Hace no mucho tiempo se conoció una investigación parlamentaria sobre la infiltración y seguimiento por parte de servicios de distintas áreas del Estado (AFI, policía, gendarmería) contra dirigentes y organizaciones populares, además de organizar escuchas a presos y causas judiciales contra funcionarios del gobierno kirchnerista. Varios compañeros de nuestro Partido y de la CCC figuran entre los perseguidos.
El asesinato de Lucas González por parte de la policía de Larreta mostró cómo una parte de esta fuerza opera “de civil” contra los pibes de los barrios. En Jujuy se conoció que el gobierno provincial de Morales infiltró a un policía durante tres años en una radio comunitaria.
Damos sólo algunos ejemplos de este mes, para mostrar cómo este accionar de infiltración y persecución por parte de los “servicios” son parte de una práctica cotidiana en los distintos niveles de gobierno. Porque estos aparatos son parte inseparable del Estado oligárquico imperialista, no una “excepción”, un “sótano de la democracia” o cualquiera de los eufemismos con los que se los quiere encubrir.
Por eso, por un lado pelearemos en este año que se inicia por avanzar en la construcción de la unidad de los sectores populares para obtener nuevas conquistas, no pagar estafas como el crédito del FMI, y para seguir denunciando a esa derecha macrista que quiere volver con su revanchismo al palo.
Y seguiremos en la pelea por avanzar en el camino de la necesaria revolución que destruya este aparato del Estado al servicio de las clases dominantes, única manera de tener una patria nueva donde dirijan las y los trabajadores junto al resto de los sectores populares.
Semanario Hoy 1895