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10 de May de 2016

Macri promete que en julio empieza el paraíso. Con tarifazos, carestía y devaluación, la inflación de abril fue de más del 7%, que no se daba desde la hiperinflación de fines de los 90.

La inflación golpea los bolsillos populares

Hora Política Hoy Nº 1617

 

1. Irrumpió la clase obrera

 

1. Irrumpió la clase obrera

El país sigue sacudido por la gigantesca movilización del movimiento obrero, el 29 de abril. Lo volvieron a mostrar los petroleros de Chubut. La enorme potencia de la clase obrera sorprendió al gobierno, que cree que la política en la Argentina la deciden los abrazos y los negocios con los jerarcas imperialistas. También sorprendió al kirchnerismo “puro”, que se colgó de apuro (con una presencia menor a la del gremio de los trabajadores de los tambos), encabezado por personajes nefastos como Aníbal Fernández.

El trotsquismo fue parte de los sorprendidos. Con la cabeza puesta en las elecciones del 2017, se aislaron o tuvieron una presencia testimonial, en esa jornada de irrupción, principalmente del proletariado, que es la base fundamental para cambiar las cosas de fondo en el país. Esas cuestiones de fondo, la dependencia y el latifundio, que no existen para el trotsquismo.

El cambio político provocado por la irrupción del movimiento obrero —ocupado, desocupado y jubilado—, junto a sectores y fuerzas populares, colocó al gobierno al borde de su primera gran derrota política. Primero, porque el 29 instaló el debate sobre la necesidad de un paro nacional y multisectorial. Y segundo, porque puso en el centro de la política la ley de emergencia ocupacional, un paso hacia la emergencia social que recoja las urgencias que se reclaman en las calles, y son ninguneadas por el gobierno.

 

2. Gato por liebre

El gobierno de Macri despilfarró cientos de millones de pesos a engordar los bolsillos de buitres, cerealeras, petroleras, mineras, banqueros y terratenientes latifundistas. ¡Y ahora se presenta como defensor de las PyMes! Las PyMes de la ciudad y el campo, a las que su gobierno ahorcó con la devaluación y los tarifazos. Macri está diciendo que los trabajadores se sacrifiquen para salvar a las PyMes; que sufran la miseria a los que los empujan los despidos. Apoyan a Macri la Asociaciónde Empresarios Argentinos, la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la Sociedad Rural. Estos, como Macri, nunca pasaron hambre.

Macri repite como un lorito que “en el segundo semestre” baja la inflación, crecen los puestos de trabajo y llueven los dólares de la felicidad. En los hechos, el mes pasado provocó, con sus tarifazos, una inflación de más del 7%, que no se recuerda desde la hiperinflación de fines de los 80.No habla de lo que perdieron los salarios en la carrera con la inflación. FIEL, la consultora liberal, reconoce que los sueldos perdieron 8% en un año, y es una usina de las patronales; y el Iaraf, otra usina igual, dice que con la modificación de ganancias de Macri, pagan ese robo a los salarios 50.000 trabajadores más de los que pagaban cuando él asumió. Y van a pagar muchos más al completarse las paritarias.

El tarifazo a los combustibles le regaló a las petroleras, entre ellas la Shell, la patrona del ministro Aranguren, cientos de millones de pesos, además de los $90.000 millones con que los subsidió a costa de los bolsillos del pueblo. Los tarifazos y los subsidios a las petroleras, que paga todo el pueblo (todo se fabrica o transporta con combustibles), saquea los bolsillos de los trabajadores y ahorca a los pequeños y medianos productores de la ciudad y el campo. Es un subsidio, un regalo. El precio de costo de un barril de petróleo es $180, y Macri le garantiza $990: una ganancia del 550%.

Premia a las petroleras que no cumplen los contratos y son responsables de haber llevado el país a la crisis energética. Crisis de la que no vamos a salir sin romper esos contratos por su incumplimiento, y constituir una YPF estatal, controlada por sus trabajadores y el pueblo.

 

3. Lo que crece por abajo

La otra trampa de Macri es achicar el escenario político: “yo o Cristina”, como él empujó en las elecciones. Cambió el escenario político. Macri paga, recibe el golpe principal de las luchas por su política de hambre y entrega, como se expresó en la bronca que se le plantó el 29, que midió mejor que las encuestas, la conciencia de los trabajadores y el pueblo.

Cristina paga por su herencia de miseria, de recesión y de corrupción. Una corrupción que asquea, como robarle al PAMI fraguando gastos de jubilados muertos o inexistentes. Testaferros con 250 propiedades; una enorme red de asignación de obras, no pago de impuestos y lavado de dinero; una red de impunidad con jueces que permitieron ese saqueo a los fondos públicos.

La “transparencia” que prometió Macri, ya se ve que no se aplica a los suyos. Empezó a mostrar la hilacha con sus empresas fantasmas en paraísos fiscales, el nombre de sus ministros en el negociado de la compra de dólares a futuro, y los negociados de las empresas del propio Macri (asociado a Caputo), y las del grupo de las familias Macri-Calcaterra.

El pueblo argentino no solo es muy combativo sino también muy discutidor, muy politizado. Discute en todos lados, desde las fábricas hasta las verdulerías o las colas de jubilados. Mal que le pese a Macri, y también a Cristina, lo que crece, como se vio el 29, es una enorme masa que rechaza en las calles esta política macrista, y no quiere volver al kirchnerismo.

 

4. Fogonear el paro nacional

El reguero de luchas crece, y muchas se prolongan por la falta de respuestas.

Los petroleros unificaron al movimiento obrero con paro, movilización y corte de ruta en Comodoro Rivadavia, y el 13 se moviliza Neuquén. Siguen los conflictos de los trabajadores de Honda, Atucha y Río Turbio, de los trabajadores de la salud de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires y de docentes en varios lugares. La Conadu H marcha con los estudiantes. Los estatales se movilizan por despidos y salarios. Continúan las rebeliones en Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Hay un reguero de luchas del estudiantado secundario. A la protesta de los tamberos se suma la de los polleros: Tres Arroyos y otros 4 grupos les pagan el kilo a $1,12, tienen de costo $4,28, y llega a las góndolas hasta a $37.

La lucha social y la lucha política van unidas. Encabezar las luchas y trabajar para el paro nacional, van de la mano con el debate abierto en los trabajadores, los campesinos y el pueblo, para unirlos contra la política del macrismo, sin concederle a las aspiraciones de Cristina de subordinar a la oposición popular a sus planes de impunidad y retorno.

Trabajar para fortalecer el hoy en el mes de la prensa del PCR, conquistar las personerías del PTP en todo el país, y fortalecer y ampliar el Frente Popular, sigue siendo el camino que garantiza los instrumentos de lucha y acumulación de fuerzas para las tormentas que vienen y para una salida nacional y popular.