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13 de June de 2017

5,4  millones de chicos argentinos –el 48% del total– viven en la pobreza, y 1,3 millones son indigentes. La política del gobierno de Macri profundiza el hambre del pueblo hipotecando el futuro de la patria. Hay que enfrentarlos en las calles y en las urnas

La patria hambreada

Hora Política Hoy N° 1672

1. Una fábrica de pobres

1. Una fábrica de pobres

Las políticas del gobierno de Macri agravaron la crisis social con enormes sufrimientos al pueblo. La investigación de la Facultad de Humanidades de Jujuy demostró que 56 de cada 100 jujeños están sumergidos en la pobreza. Con pocas variantes pasa lo mismo en todo el país. Sobre todo en los cinturones de barrios de trabajadores y los cordones verdes de las ciudades, donde se come una vez por día, expulsan de sus tierras a campesinos y originarios, falta agua potable, vivienda digna, redes de electricidad y gas, y se precarizan la salud y la educación pública.

La política de Macri condena a millones al hambre, y a la pobreza a la mitad de la población argentina. No para que la otra mitad viva bien, sino para engordar los bolsillos de un puñado de monopolios, bancos y terratenientes asociados a los grandes negocios con los capitales imperialistas. Esto es lo que está en discusión en las elecciones.

La semana pasada, una comisión del Fondo Monetario Internacional visitó el país y se mostró preocupada por la magnitud del gasto público. Rápido para hacer los mandados que vienen de afuera, Macri ordenó preparar el presupuesto estatal para el 2018 con un fuerte recorte, área por área. Como ya pasó en las elecciones anteriores con “pobreza cero y trabajo de calidad”, después de lo que macanee en las elecciones, en el 2018 se viene otro ajuste.

 

2. Visitantes

Pasó por la Argentina la jefa del Estado alemán, Angela Merkel, acompañada por una comitiva de 10 jerarcas de monopolios de su país. Merkel destacó los “progresos” del gobierno de Macri que “volvieron a la Argentina más fiable”.

Macri y Merkel coincidieron en el “libre comercio” y en el apoyo al acuerdo de París sobre el cambio climático, diferenciándose de las posiciones que impulsa Trump en Estados Unidos. Antes de su viaje a la Argentina, la canciller germana había declarado que “Alemania ya no puede confiar en Inglaterra ni en Estados Unidos”.

Claro que, en relación a las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, Merkel dejó en claro que ahí no vale el “libre comercio”, ya que la Argentina “deberá hacer concesiones”.

Un dato relevante de cómo son las relaciones de Alemania, y los demás imperialismos, con los países como el nuestro, es el resultado, en Africa, de siglos de colonialismo y opresión europea; opresión que ahora disputan con China, Estados Unidos, Rusia, etc. Merkel dijo que le preocupa la alta tasa de natalidad de África que duplicará la población africana en 30 años, lo que provocará más migración hacia Europa. No le preocupa el genocidio y el saqueo imperialista de los pueblos africanos.

 

3. Corrupción

Odebrecht, la constructora brasileña históricamente de capitales rusos, tendría que pagar a la Argentina $4.500 millones por las coimas, y los beneficios que tuvo producto de esas coimas, durante el gobierno de los Kirchner.

La Justicia de Estados Unidos ya habría dado 42 nombres de argentinos coimeados por Odebrecht. Además de funcionarios del gobierno de Cristina K, habría empresarios del grupo Macri, como Angelo Calcaterra, el primo de Mauricio Macri al que Franco Macri traspasó la constructora Iecsa. El grupo Macri ya traspasó Iecsa a Mindlin, cabeza del grupo Pampa Energía, del que forman parte socios y testaferros del actual presidente.

La sorpresiva muerte del financista Aldo Ducler es otra bomba de corrupción. Ocultado por el gobierno de Cristina, avanzó el juicio contra el Estado argentino por las acciones de YPF. Es una demanda por 4.000 millones de dólares. En el medio, hay 1.289 millones de dólares de YPF, cobrados por la sociedad de Esquenazi y los Kirchner. Esquenazi vendió el juicio a un fondo buitre, Buford Capital. Además, Ducler manejó más de 1.000 millones de dólares que cobró Santa Cruz, gobernada por Néstor Kirchner, por el apoyo a Menem en la privatización de YPF.

Ducler fue denunciado por el gobierno mexicano por el lavado de narcodinero proveniente del cártel de Juárez, que luego se demostró que fue una maniobra del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Como se ve, Estados Unidos no le hace asco a los narcodólares.

 

4. No hay tregua

La semana de huelga de los trabajadores del transporte de Córdoba muestra la bronca que hay por abajo. El intendente radical cordobés, Ramón Mestre, acordó con Macri el envío de gendarmes para “custodiar” a los micros. Cómo se ve, el ajuste de Macri y Mestre no cierra sin represión. La pueblada popular que sepultó el 2×1 de Macri y sus amigos de la Corte Suprema ya le mostraron al gobierno que no se juega con fuego.

La bronca de los trabajadores hace precarios los acuerdos salariales por debajo de la inflación acumulada, firmados por patronales y jerarcas colaboracionistas con Macri.

Sigue estallando Santa Cruz, el lunes 12, jubilados sobrepasaron las vallas y entraron a la Casa de Gobierno. Hay situaciones explosivas frente a emergencias que van a estallar porque no tienen respuestas del gobierno.

A la salida de hoy se estará realizando un nuevo paro de ATE, y una movilización conjunta con la CCC, la CTEP y Barrios de Pie por sus reclamos. Además, la CCC rendirá homenaje a los compañeros Luis Cubillas, Mártires López y Silverio Méndez. La movida sigue a grandes asambleas de organizaciones de trabajadores precarizados, desocupados y jubilados.

El gobierno hace lo imposible para imponer un escenario en el que las divisiones electorales rompan la unidad para la lucha. Pero no logra sacar al pueblo de las calles. Junto a las luchas de los trabajadores y el campesinado, brotan las movilizaciones callejeras frente a la violencia contra las mujeres, los femicidios y las zonas liberadas para las mafias.

 

5. Con los frentes, a la batalla por el voto

El gobierno ha hecho lo imposible para polarizar el escenario electoral con Cristina K y fragmentar a la oposición popular. Cristina y Macri fueron los dos dirigentes que endiosaron e impusieron las PASO, que son un engendro antidemocrático que completó la legislación electoral proscriptiva, con el objetivo de trabar el libre surgimiento y desarrollo de las fuerzas populares. Ahora los dos le imponen a sus frentes la lista única a dedo.

Macri agita el fantasma de la vuelta de Cristina para tratar de reagrupar los votos que lo llevaron a la presidencia en el 2005.

Cristina quiere frenar la dispersión de su fuerza, y fueros que la protejan de los juicios. Para eso aprovecha, en Buenos Aires, el centro de la disputa electoral, el temor de los intendentes peronistas a quedar en minoría, y ser depuestos, por los Consejos Deliberantes.

Peleando contra las trabas proscriptivas, con mucho esfuerzo, miles de luchadores populares se pusieron al hombro la construcción de frentes en cada provincia y distrito. Son frentes que, con las particularidades de cada lugar, expresan a sectores muy importantes de los que han inundado las calles con sus protestas. Frentes que en sus programas recogieron esos reclamos de las calles.

Ahora viene la pelea voto por voto, timbre por timbre, asamblea por asamblea, pintada por pintada. Es otro gran esfuerzo que va a tener éxito, rompiendo la trampa de las PASO, si cada luchador popular lo toma en sus manos, lo discute en su lugar de trabajo, en su familia, con sus vecinos y en salidas de grupos a fábricas, barrios, aulas y zonas rurales. Es una pelea para llevar a las masas la discusión de los problemas de fondo, sobre los que no hablan los políticos del sistema: la dependencia del imperialismo y el latifundio terrateniente.

La lucha en las calles y en las elecciones son dos herramientas de la clase obrera y el pueblo para pararle la mano al ajuste, la entrega y la represión de Macri. Y para acumular fuerzas que creen las condiciones para acabar con la dependencia, el latifundio y el Estado que los sostiene, corrupto y mafioso, y construir la Patria Nueva.