A poco de asumir este gobierno comenzó a tomar medida tras medida golpeando a los sectores populares. Detrás de su discurso contra “la casta”, viene aplicando un plan de hambre, despidos, entrega y represión con el que pretende que la Argentina vuelva a comienzos del siglo 20, donde un puñado de oligarcas, banqueros e imperialistas se daban la gran vida a costa de una feroz explotación de las y los trabajadores y el pueblo, sin derechos laborales ni de ningún tipo.
Además, desde el presidente a todos los miembros de su gabinete (libertarios, defensores de la dictadura genocida, macristas, menemistas y gorilas de todo pelaje), descargan un discurso de odio hacia el pueblo, y dicen sin empacho que hay que terminar con todo lo que tenga olor a “justicia social”.
Esta política es cruel, como quedó en evidencia con el destape del ocultamiento de millones de kilos de leche y alimentos en galpones oficiales, que este gobierno hambreador prefiere que se pudran, antes que entregarlos a las y los que están pasando hambre. No lo consiguió, por la lucha popular que hizo que la justicia lo intime a repartirlos.
El gobierno ataca con saña a las organizaciones de desocupados y precarizados, y en particular a la inmensa red de comedores y merenderos que miles de compañeras y compañeros sostienen en todo el país.
El presidente y sus ministros se relamen cada vez que pueden hablar pestes de los más necesitados, y sienten como una ofensa propia cualquier derecho conquistado por las grandes masas. Odian a los sectores populares.
Por eso, cuando a Milei le preguntan por los que tienen hambre, sale hablando de que el problema es que el que tiene un Lamborghini (un auto de super lujo), envidia al que tiene 15 Lamborghini. “Festeja” haber despedido 25 mil personas de dependencias estatales, y se regodea diciendo “faltan despedir 50 mil más”.
Para no ser menos, la canciller Mondino publica en las redes, ante la medida del gobierno de disolver la Subsecretaría contra la Violencia de Género: “Saluden al Ministerio de Mujeres y Sanwichitos que se fue”.
El ministerio de la corrupción
El gobierno, ni bien asumió, congeló el monto del Potenciar Trabajo en $78.000, sacó el plus para las compañeras que trabajan en los comedores, amenaza con sacar los planes a las y los que se movilizan, y luego montó una ofensiva mediática y judicial con el argumento de que la mitad de los comedores populares eran “truchos”.
No pudieron detener las sucesivas jornadas de las organizaciones sociales, ni con la represión. En medio de la última “Fila de los Comedores” realizada frente al Ministerio de Capital Humano, se conocía la denuncia periodística de que hay 6 millones de kilos de alimentos en galpones que dependen del Ministerio de Capital Humano que dirige Sandra Pettovello.
Destapada la olla, los funcionarios del gobierno se la pasaron varios días inventando excusas y mintiendo. Ya hace meses el hoy jefe de Gabinete había dicho que los galpones estaban vacíos. Lo mismo dijo el vocero presidencial Adorni. Luego inventaron que estaban destinados a “catástrofes”, y negaron que estuvieran cerca de la fecha de vencimiento.
Las organizaciones sociales, como la CCC, continuaron denunciando las mentiras del gobierno, y exigiendo que se reparta la comida. A este reclamo se sumó la jerarquía de la Iglesia Católica, y finalmente el juez federal Casanello abrió una causa y ordenó que el gobierno reparta los alimentos. Además, Casanello pidió que se informe la cantidad, especie, fecha de vencimiento y otros detalles de los alimentos hallados en los depósitos.
En medio de la indignación creciente por la evidente crueldad de esta política, se destaparon chanchullos de corrupción en el Ministerio de la Pettovello. Por un lado “sobresueldos” de miles de pesos para algunos ñoquis, por otro lado, un oscuro acuerdo para compra de alimentos con una Organización de Estados Iberoamericanos, a cambio de una jugosa comisión, y evitando los controles del Estado.
El gobierno, apretado por las luchas y las crecientes denuncias, eligió darle la leche que se iba a vencer a sus amigos de la fundación Conin, que no ha resuelto, una semana después, la distribución a los que la necesitan.
Intimado nuevamente por la justicia federal, Capital Humano dice ahora que el resto de la mercadería irá a “escuelas vulnerables” ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Cuáles? No lo dice.
La ministra Pettovello acumula causas en su contra. El viernes 7 se abrió otra investigación por la transferencia hecha por la ministra, a comienzos de febrero, de $14.000 millones al “Proyecto del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para la compra de alimentos, que no se concretaron.
Además, Pettovello tiene denuncias judiciales por la falta de entrega de remedios a enfermos oncológicos y con otras enfermedades por parte de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (Dadse), mientras estuvo a su cargo, hasta fines de febrero.
El gobierno siembra vientos de odio, recogerá tempestades.
La lucha popular obligó a que el gobierno saque la comida de los galpones
Foto de portada: La “Fila de los comedores” denunció la política hambreadora del gobierno
hoy N° 2014 12/06/2024
