1. Paro y cortes en la fruta
Los trabajadores de la fruta en Río Negro conmovieron a la provincia con el paro masivo y el corte de todas las rutas de la región. Tuvieron el apoyo a sus reclamos de los pequeños productores que además levantaron sus propias reivindicaciones, y una amplia solidaridad del pueblo. La lucha se abrió paso frente a la traición de la dirección sindical de la Uatre a la que los obreros pasaron por encima en la conciliación obligatoria, con los medios de comunicación al servicio de la campaña reaccionaria de los monopolios, y la intimidación y represión policial del gobierno provincial.
Frente a la mentira kirchnerista de los índices truchos de inflación, los trabajadores de la fruta rionegrinos han levantado la bandera de la lucha, desbordando a los jerarcas propatronales. No han podido derrotarlos y han avanzado. El camino está abierto, como en los trabajadores rurales de Tucumán, Misiones, Mendoza, San Juan y otras provincias.
Mientras los jerarcas de la dirección de la CGT disputan por "la manija", y forcejean con Yasky por la foto con Cristina Kirchner, desde abajo brotan luchas masivas y combativas que los desbordan.
Rebeliones de estatales
Se multiplican las rebeliones contra el despido de los trabajadores en negro de los municipios y las provincias, llamados “contratados”, esa “receta” reaccionaria que aplican gobiernos kirchneristas, Macri y otros.Santa Rosa vive un verdadero alzamiento popular contra el intendente, con grandes movilizaciones coordinadas por la Multisectorial unitaria de esa ciudad. Frente a la prepotencia, el pueblo respondió castigando a la casa del funcionario. La situación es explosiva en muchos municipios en los que no se han pagado los sueldos.También en La Plata los despidos del intendente Bruera provocaron la respuesta combativa de los trabajadores, al igual que en otros partidos del Gran Buenos Aires.La mentira kirchnerista sobre los salarios y el trabajo en negro, apoyada por los jerarcas propatronales, es enfrentada crecientemente, desde abajo, con luchas masivas, duras y prolongadas. Son luchas que golpean a la columna vertebral de la política kirchnerista, porque los salarios de pobreza y el trabajo en negro, sobre todo de grandes masas de jóvenes superexplotados, son la base de la reactivación de la economía. Mientras, los grandes beneficiarios de esa reactivación, entre ellos los amigos del gobierno kirchnerista, tiran manteca al techo en Punta del Este y otros lugares de veraneo de los de arriba.Se caldea el clima en la clase obrera para afrontar las paritarias, desbordando los pactos que negocian en reserva el gobierno, las patronales y los jerarcas sindicales traidores y conciliadores.
2. La Korrupción
El gobierno creía que había logrado tapar la mugre de la corrupción que lo salpicó con los casos de las valijas con droga de la línea aérea SW, las coimas de Skanska, etc. Además, negocia con los yanquis por “la valija” de Antonini: acá Cristina Kirchner dejó de hablar del “basural” y en Estados Unidos el fiscal suprimió seis menciones que involucraban al gobierno argentino en el destino de esos fondos. Habrá que ver qué pasa cuando se inicie el juicio…
Pero la realidad se impone a los deseos, y en medio del verano le estallan al gobierno nuevos casos de corrupción.Medios de prensa opositores sacaron a luz el enriquecimiento del matrimonio presidencial: en los 4 años de gobierno su fortuna subió casi $ 11 millones, declarando ahora $ 17.824.941. El año pasado, por alquiler de sus propiedades (19 casas, 14 departamento y 6 terrenos), habrían cobrado $ 5.264.105, pero esas propiedades están valuadas en menos de esa cifra… Además, es sorprendente que en El Calafate, zona de turismo internacional, hayan comprado terrenos a $ 3,18 el metro… gracias a un intendente propio.También salió a luz que la empresa petrolera controlada por el Estado, Enarsa, es un pozo negro: una reciente investigación de la Sigen, organismo de contralor del Estado, descubrió en el presupuesto de Enarsa 850 millones de pesos que se manejan sin comprobantes de gastos. Exequiel Espinosa, el presidente de Enarsa puesto por Néstor Kirchner, resultó ser un empleado de Oil M&S, empresa que le sigue pagando la jubilación.
Oil M&S es la empresa petrolera de Cristóbal López, empresario del juego, amigo, socio y testaferro de Kirchner. Recientemente, el gobierno de Santa Cruz le dio todas las nuevas áreas petroleras provinciales a sus dos amigos: Lázaro Báez y Cristóbal López.En realidad, la relación de los Kirchner con Cristóbal López viene desde el inicio de su carrera política. Durante la presidencia de Raúl Alfonsín, el gobierno organizó un viaje a Houston (centro petrolero yanqui). Formaban parte de la delegación el dirigente del SUPE Diego Ibáñez y el cuñado de Kirchner “Bombón” Mercado (puntero de Ibáñez en Santa Cruz). En ese viaje “Bombón” le propuso a Ibáñez, y se arregló, la candidatura de Néstor Kirchner para la intendencia de Río Gallegos. Así, de la mano de Diego Ibáñez llegó Kirchner a esa intendencia. Por entonces, Cristóbal López era uno de los testaferros del grupo Ibáñez-Jorge Antonio. Más tarde, por esos entreveros entre mafias de la droga, el hijo de Ibáñez fue enterrado vivo, y luego su padre tuvo un “accidente” mortal.Digamos de paso que las guerras de mafias, como se sabe, son siempre duras. Acaso sea parte de una de ellas la “operación Estadio 99” que llevó a la confiscación de 1.100 kilos de cocaína, y el apresamiento de una banda en la que participaban el chofer de Gordon (un represor de la dictadura) y un comisario de la Policía Federal. Hay provincias, como Jujuy, donde esa guerra es sangrienta desde hace tiempo, con asesinatos que no aparecen en los diarios.Claro está que la declaración jurada de los Kirchner es solo de la “caja chica”. La plata grande está en los negocios en los que ponen la cara Lázaro Báez, Cristóbal López, Sebastián Eskenazi, y otros. El tema de la Korrupción tiene todavía mucho hilo en el ovillo por desenredar.
3. Unos tren bala, otros “sardinas”
El gobierno kirchnerista dice que 2008 será “un año social”, pero la platita la pone en otro lado. Veamos algunos hechos.El Anses, que recauda la plata para las jubilaciones, ha declarado que tiene reservas por $ 18.000 millones. Quiere decir que hay condiciones para aumentar sustancialmente las jubilaciones. Pero no lo hará. Sus autoridades han declarado que destinarán esa plata a un “fondo” (de esos que se manejan sin control) para negocios del gobierno. Ya viene siendo prestamista del gobierno para el pago de vencimientos de la deuda pública.Una de las obras públicas para la que el gobierno está reuniendo financiamiento es el “tren bala”. El 10% lo desembolsa el gobierno argentino, y el 90% restante “lo financia” el banco francés Société Générale a cambio de que la Argentina le entregue bonos de deuda externa que pagarán el 10% de interés anual. El gobierno otorgó la licitación a la empresa Alstom, de estrecha relación con el presidente de Francia, Sarkozy. El costo de la obra, según la licitación, es de 1.700 millones de dólares, pero el negocio con el banco francés sería de 4.000 millones de dólares por los intereses, mayores gastos (y las coimas). Tan bueno es el negocio (para los franceses), que mandaron a un alto funcionario a ofrecer instalar tranvías en la Capital Federal, a lo mejor también nos venden un obelisco y un buzón…Así, con los impuestos que pagamos todos, el gobierno construirá un tren bala que podrá usar una minoría para viajar en 1 hora a Rosario y en 3 a Córdoba, mientras los millones de argentinos que usan los trenes “populares” seguirán viajando como sardinas, sufriendo demoras (de hasta un día los interurbanos), robos y accidentes fatales, derritiéndose en verano y congelándose en invierno.
4. Cosas grandes
El kirchnerismo va por “cosas grandes”. En lo económico tejió la red para que sus socios y testaferros se sentaran en el directorio de Repsol-YPF, serán minoría pero entraron en “la cocina” de la mayor empresa del país. En lo político Néstor Kirchner arma una “operación clamor” que lo convierta en presidente del PJ, hoy intervenido por la Justicia mediante un “agente encubierto” de la SIDE. Es parte de su plan para gobernar hasta el 2019.Pero la oleada de luchas masivas, prolongadas y combativas demuestra que, desde abajo, crece la rebeldía contra la política kirchnerista. Los rebeliones contra los intendentes de La Plata y Santa Rosa; contra el presidente del Astillero Río Santiago, Urien, al que los trabajadores forzaron a renunciar, entre otros casos, muestran que grandes masas han calado a los “funcionarios K”: más de lo mismo. A lo que hay que sumar el desgaste por la Korrupción, y las internas despiadadas dentro del frente oficialista, como se ve en las disputas con Scioli.También los de abajo van por “cosas grandes”. Salarios de acuerdo a la canasta familiar de $ 3.200, jubilaciones y planes sociales de acordes con esa canasta, blanqueo de los contratos basura, los reclamos de los originarios y los productores agrarios, los presupuestos de salud y educación, la recuperación del patrimonio nacional, acabar con la impunidad. Donde brotan las luchas, brotan las multisectoriales unitarias. La masividad del no voto, el blanco y el nulo en las elecciones de octubre es una fuerte base política que alienta la lucha para “cosas grandes”. Con las huelgas, con los piquetes, con los cacerolazos frente a los apagones, se ve que hay brasas nuevas que se suman a las que dejó el Argentinazo.