“Se podría decir que nadie es infalible; quien más, quien menos, todos cometemos errores. Cuando alguien ha caído en error, es preciso ayudarle. Limitarse a observarlo es una actitud pasiva; hay que crear todo tipo de condiciones para ayudarle a corregir. Debemos distinguir claramente lo correcto de lo erróneo, pues las controversias de principio dentro del Partido son un reflejo en su seno de la lucha de clases en la sociedad y no admiten ninguna ambigüedad”. Mao Tsetung: Sobre diez grandes relaciones. Tomo V. Pág.328