El 8 de junio asumió la presidencia de Egipto un ex general Al Sisi. Tras la fachada de una elección democrática se trata en realidad de la legalización de la junta militar que trata de borrar las aspiraciones sociales y democráticas del pueblo egipcio. Aprovechando las divisiones generadas a partir del ahora derrocado presidente Morsi, se van tomando medidas represivas que elevan aproximadamente a veinte mil el número de presos políticos. Estos acaban de realizar una huelga de hambre de una semana protestando por las condiciones de detención.
En una nueva medida represiva, un tribunal egipcio ha prohibido el Movimiento 6 de abril. Este movimiento juvenil fue fundado el 6 de abril del 2008 para apoyar a los trabajadores textiles de la ciudad de Mahalla al Kubra y jugó un papel clave en el levantamiento popular que derrocó a Hosni Mubarak en 2011. Tomó posiciones en los últimos 3 años en contra de los diferentes regímenes autoritarios. Han sido atacados por los medios de comunicación del Estado y por gran parte de los medios privados. Sus fundadores Ahmed Maher y Mohamed Adel están presos desde el 2013.
El mismo tribunal había prohibido anteriormente a la Hermandad Musulmana, lo que implicó el cierre de escuelas, clínicas e instituciones de beneficencia del grupo y el congelamiento de sus fondos. También varios periodistas de Al Jazeera están presos por informar sobre la Hermandad Musulmana.
Ese mismo tribunal condenó a muerte en las últimas cinco semanas a más de 1.100 personas. Una de las mayores sentencias a pena de muerte en la historia del mundo. En la parte sur de Egipto, 680 personas fueron condenadas por el asesinato de un solo agente de policía en un ataque a una comisaría, de las cuales 60 están detenidas, el resto condenadas en ausencia. Se supone que en las apelaciones estas sentencias pueden ser revocadas.
Hohamed Yousef declaró que el Movimiento 6 de abril seguirá manifestándose y no detendrá su actividad por este fallo.
