El gobierno municipal demostró ser incapaz de resolver los compromisos que tiene la comuna para seguir funcionando, y el gobierno provincial y nacional mostraron sus prioridades: ponen por delante las internas políticas y sus propios intereses que la angustiosa situación por la que están pasando miles de familias que dependen de los sueldos municipales. También, por encima, de los miles de vecinos que se ven perjudicados por los servicios cortados.
El gobierno municipal demostró ser incapaz de resolver los compromisos que tiene la comuna para seguir funcionando, y el gobierno provincial y nacional mostraron sus prioridades: ponen por delante las internas políticas y sus propios intereses que la angustiosa situación por la que están pasando miles de familias que dependen de los sueldos municipales. También, por encima, de los miles de vecinos que se ven perjudicados por los servicios cortados.
La gobernadora Vidal planteó que la “ayuda” futura por parte de la provincia está condicionada a la implantación de un “plan de reducción de gastos”. Las medidas que trascienden tienen todas a los trabajadores y al pueblo marplatense como variable ajuste. En pocas palabras, hacernos pagar a los trabajadores la herencia recibida y la incapacidad de esta gestión por solucionar los problemas.
Le comentamos a Vidal que los marplatenses somos también bonaerenses y como tales no recibimos ayuda, sino respuestas a la pérdida de derechos como el cobro de salarios en tiempo y forma. Le recordamos que la inmensa mayoría de lo recaudado en la ciudad va a parar a las arcas del Estado provincial y nacional. Si utiliza el concepto de “ayuda” nosotros nos vemos en el deber de poner en discusión el concepto de “coparticipación justa”.
Mar del Plata aparece en los discursos como uno de los objetivos de la futura asistencia financiera asignada al sistema sanitario. Pero la realidad dista mucho de esta supuesta preocupación. Hace ocho meses que los trabajadores somos testigos de la pérdida de servicios, la caída de programas, la falta de insumos. Esto en desmedro de la atención de los marplatenses y de las condiciones de trabajo de los profesionales y trabajadores del sector.
Alertamos que detrás del decreto que anuncia la supuesta “cobertura universal” se prepara una brutal transferencia de fondos del sector público al privado.
La firmeza de los trabajadores municipales mostró que existe una voluntad enorme para que esta realidad que intentan naturalizar no se imponga. Que no se haga costumbre pagarnos en cuotas como si fuéramos productos comerciales; que no se haga costumbre que la salud pública deje de ser un derecho del conjunto de la sociedad; que no se haga costumbre pisotear derechos fundamentales que implican la pérdida de vidas inocentes que se podrían evitar.
Los trabajadores aprendimos en estos días que juntos y unidos somos fuertes. Pero tenemos que ser conscientes de que esta realidad sólo la cambiamos integrándonos con la comunidad que se ve afectada. En este sentido, impulsaremos la realización de multisectoriales, foros, reuniones y todas aquellas iniciativas que permitan tener diagnósticos comunes para diseñar propuestas que resuelvan realmente la situación actual. Tenemos el desafío y la obligación de “Tomar la Salud en nuestras manos”.