La situación de las mujeres en Paraguay es muy mala. Con este gobierno que tenemos, antinacional y antipopular, la situación del pueblo en su conjunto está empeorando. Cartes está con todo con las privatizaciones, la concentración de la tierra en pocas manos y, con esa política, las que llevamos la peor parte somos las mujeres. La violencia, el atropello, la persecución, parten de las mismas instituciones del Estado y así es que estamos en esta situación donde el tema de la violencia hacia las mujeres es muy grande.
El 59% de las mujeres de nuestro país sufre algún tipo de violencia. Sexual, física, psicológica. Así como de cada diez partos que se hacen en los hospitales, tres son niñas de 10 a 14 años. La violencia hacia las niñas va aumentando muchísimo.
En los trabajos, las mujeres somos las que ganamos menos, y a las que nos cuesta mucho más encontrar un trabajo. Nos piden de todo: que no estés embarazada para entrar y las que tienen el trabajo, no tienen que embarazarse.
Y si hablamos de la tierra no estamos en mejores condiciones: Las mujeres estamos luchando permanentemente por conseguir un pedazo de tierra, donde asentarnos y donde construir nuestra casita para que así podamos, con ese pedazo de tierra, darles el pan de cada día a nuestros hijos.
Vemos que hay desalojos masivos. Los terratenientes están agarrando cada vez más tierras. La sojización está avanzando cada vez más y la concentración de la tierra en pocas manos está avanzando cada vez más. Con eso también tenemos luchas y nosotras las mujeres somos parte de eso: en la Federación Nacional Campesina, Paraguay Pyahurá y en el Congreso Democrático del Pueblo, donde estamos en una alianza de varias organizaciones, para este 12 de octubre estamos planteando un congreso nacional en donde vamos a estar debatiendo principalmente el tema de la tierra. Tierra, soberanía y libertad serían los temas de nuestro congreso. Allí estaremos debatiendo las acciones que iremos implementando como organización en lo referente a la tierra y la persecución que se recibe por parte de este gobierno cuando luchamos por la tierra.
Los compañeros de Curuguaty fueron procesados y tienen un juzgamiento de 30-35 años de prisión. Y para nosotros no es otra cosa que un mensaje para todos los que se atrevan a cuestionar el latifundio, eso es lo que les espera. Nosotros entendemos bien que esa es una sentencia política porque ellos no tuvieron pruebas, no tuvieron nada para esa sentencia, pero sí fue una sentencia política que es un mensaje para los sin tierra. Nosotros decimos que eso no puede ser así, pedimos la libertad de esos compañeros, la nulidad de ese proceso porque para nosotros es un proceso criminal.