Según denuncian organizaciones populares como la Organización Comunista de Grecia (KOE), todo está en venta a precio de saldo, y el dinero recaudado va a parar al pago de los intereses de la deuda externa, acordado entre el gobierno y la “troika”: el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).
Según denuncian organizaciones populares como la Organización Comunista de Grecia (KOE), todo está en venta a precio de saldo, y el dinero recaudado va a parar al pago de los intereses de la deuda externa, acordado entre el gobierno y la “troika”: el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).
Como si esto fuera poco, en Grecia se está preparando la próxima ronda de ataque de la troika y el gobierno: La subasta masiva de viviendas hipotecadas. El 1 de enero de 2014, si el gobierno no la prorroga, caerá una ley que suspende la ejecución por parte de los bancos de la vivienda principal de un griego que tenga deudas hipotecarias. Si la ley cae, miles de griegos más quedarán en la calle. Esta situación se extiende a los propietarios de pequeñas empresas. Detrás de esto hay un gigantesco negociado inmobiliario, por parte del gobierno y de los sectores que se han enriquecido con la crisis.
Estas medidas se dan en un país con un 30% de recesión, donde el 23% de los propietarios con créditos hipotecarios, y el 42% de los poseedores de créditos de consumo, no los pueden pagar. “Está en marcha el inicio de una redistribución a gran escala de la riqueza”, denuncian los comunistas griegos. Sólo en la ciudad capital, Atenas, según estudios oficiales del alcalde Giorgos Kaminis, hay más de 20.000 personas sin techo que subsisten diariamente gracias a la ayuda social del municipio de Atenas, el 3% de la población. Esta cifra aumentó un 31% desde el año pasado. El 77% de estas personas está desempleada. Al mediodía, el 90% de los que asisten a los comedores municipales son griegos, mientras que por la noche el porcentaje se equilibra (53% griegos y 47% extranjeros). El 41% de los encuestados han estado usando los comedores durante al menos de seis meses. De la encuesta surge que el 61% tiene problemas de adicción, ya que son consumidores de “Sisa”, una droga conocida como “la matapobres”, que se extiende por las calles de Atenas.
Grecia, producto de estas políticas, se ha convertido en el tercer país más pobre de Europa, sólo detrás de Bulgaria y Rumania. Como contrapartida, los más ricos aumentaron sus bienes en un 20%. Estos 505 griegos tienen una fortuna de casi 60 mil millones de euros en total.
40 años de la matanza de la Politécnica
En este marco, miles de griegos salieron a las calles el 17 de noviembre, al conmemorarse el 40 aniversario de la matanza de la Politécnica de Atenas. En esa fecha, la Junta Militar gobernante en el país mandó los tanques para desalojar a miles de estudiantes que ocupaban en repudio a las políticas de la dictadura, enarbolando la consigna “Pan – Educación – Libertad”. Los estudiantes habían ocupado el edificio uno días antes, y desde ahí instalaron una radio que transmitía proclamas por el derrocamiento de la Junta Militar.
Los estudiantes tomaron el edificio de la Universidad, debido a una nueva reglamentación que habilitaba al gobierno a revocar el aplazamiento del servicio militar. Este hecho sería uno de los detonantes del levantamiento de la Politécnica. El 14 de noviembre de 1973 más de 5.000 estudiantes se reunieron en la Escuela Politécnica y decidieron apoderarse de ella en un acto de resistencia. Hasta el día de hoy no se sabe a ciencia cierta la cantidad de muertos en la represión, pero oscila entre 59 y 79 víctimas mortales, y ubo miles de heridos. Se considera este hecho, y la gigantesca oleada de luchas posterior, como el inicio del fin de la dictadura de los coroneles, que cayó el 23 de julio de 1974.
En las conmemoraciones muchas fueron las comparaciones, desde la vigencia de las consignas del 73, las huelgas contra los recortes presupuestarios, hasta el hecho que desde la Politécnica transmiten los periodistas desalojados de la radio y televisión pública, ERT, cerrado por el gobierno.
