Ante tantas amenazas a nuestro pueblo: De entrega de nuestros bienes y servicios, de nuestro patrimonio nacional. De desalojos violentos a comunidades indígenas y campesinas de sus comunidades. De migraciones forzosas de integrantes de varias familias. De deuda pública exorbitante que arriesga el futuro de nuestro de nuestro país y que afectará principalmente a los pobres. De militarización, especialmente la zona norte, que trae consigo zozobra y terror a humildes pobladores.
De tantos secuestros que intranquilizan a la sociedad. De tanto feminicidio y violencia contra las mujeres, las adolescentes, las niñas. De aberrantes discriminaciones. De tanto abandono a los jóvenes, que desde el presente no pueden sino ver un futuro incierto. De tanto lamentable abandono a poblaciones carcelarias que sobreviven en condiciones infrahumanas, bajo tortura, y superpobladas. De una condenable explotación a niños, niñas y adolescentes.
Ante tanta carencia, precarización y condenable falta de acceso a la salud pública de la mayoría. Ante la lamentable falta de una política de empleo, debido a lo cual miles de compatriotas sufren la falta de trabajo, y la precarización del mismo.
Ante la creciente delincuencia como consecuencia de la aplicación de políticas antinacionales y antipopulares. Ante tanta impunidad de quienes roban al pueblo y ostentan descaradamente sus riquezas malhabidas.
Mientras que
Los poderes del Estado están secuestrados por la narcopolítica, copados por corruptos, sinvergüenzas y vendepatrias, aprobando leyes y aplicando contra el pueblo.
El Parlamento Nacional es un mercadeo donde prevalece el precio del voto, que manda es la verde viruta.
El Poder Judicial al servicio de los intereses de la mafia, de la corrupción y del saqueo, dejando impune y sobreseyendo a los bandidos, narcotraficantes y corruptos.
El Poder Ejecutivo no es otra cosa que un conjunto de funcionarios al servicio de latifundistas, agroexportadores, especuladores financieros, que cumplen fielmente con sus mandados y así también están al servicio de los imperialismos.
La República del Paraguay, cada vez más, pierde su soberanía, su independencia, en profunda contraposición con nuestros héroes y revolucionarios de la gesta de mayo, de nuestros abuelos y abuelas quienes lucharon por los intereses del país, que hoy lamentablemente cada vez más está sumido en políticas dependientes.
Hoy nos quieren distraer con enmienda y reelección, como si las mismas fueran a solucionar los grandes y graves problemas del pueblo.
Tergiversan conceptos, manipulan palabras, bastardean la política, buscan argumentos remanidos de tan manera a seguir defendiendo sus privilegios, sus robos y sus negocios. Lamentablemente esta tormenta de falacias arrastra a sectores denominados “progresistas” , asumiendo la misma mafia y los mismos discursos.
Pero la Larga Marcha del Partido Paraguay Pyahura trae consigo
En ese sacrificado caminar, la esperanza del pueblo, de los pobres, del campesino, del obrero, de los hombres y mujeres del campo y de la ciudad, de los sectores honestos, patrióticos y profundamente democráticos. La esperanza de que con los pasos andados, y andando, vamos construyendo poder popular, la fuerza suficiente para lograr la transformación de esta lamentable realidad en un Paraguay libre, soberano, independiente, democrático, privilegiando los intereses del pueblo que se concretan en: trabajo, vivienda, educación, derechos humanos, salud, y profunda felicidad de nuestro pueblo.
Invitamos al pueblo a unirse a la Larga Marcha
De acuerdo a sus condiciones y posibilidades, a sumarse, a denunciar tantas injusticias, donde esté presente la columna de la marcha, mostrar sus banderas, sus consignas, sus deseos y aspiraciones.
Que sigamos gritando fuerte, hasta con rabia, que se vaya Cartes, toda su línea sucesoria, sus cómplices y encubridores, y construyamos juntos un Gobierno patriótico y soberano.
El pueblo organizado tiene alta la moral para luchar, autofinancia su lucha y va registrando y escribiendo su historia. Contra el terror, provenga de donde provenga. Construyendo la patria nueva al calor de las luchas: ¡Venceremos! ¡Y te esperamos!