Lo primero es dilucidar si este Acuerdo profundiza o debilita a las lacras de nuestra matriz estructural. Ninguna duda: de aplicarse ahondará el atraso y la dependencia en altísimos grados. Ante una perspectiva tan asimétrica cada sector va a alinearse conforme a sus intereses más profundos. Lo que incluso ocurrirá en el seno de las clases dominantes. Un estado de euforia generalizada es inimaginable. Se pueden producir sorprendentes alineamientos.
Macri prepara una puesta en escena. Presentará el Acuerdo como la mejor prueba del silencioso trabajo de su Gobierno. El Mundo nos respeta, los Poderes globales nos apoyan y ahora recogemos los frutos. Exprimirá semejante “logro” en clave reeleccionista.
Un acuerdo nefasto
Consolida la división internacional del trabajo impulsada por los imperialismos. A nuestros países les es “ventajoso” dedicarse a colocar commodities (agropecuarios, petroleros, mineros). “¿Para qué gastar pólvora en chimangos fabricando lo que nos puede proveer el Norte industrial?” Un retroceso a la época en que exportábamos cueros crudos e importábamos cinturones. En consiguiente este Acuerdo acentúa la deformación primarista y consiguientemente la dependencia global de nuestras economías.
Consolidará la concentración y extranjerización de nuestras economías
“Nuestro” comercio exterior está en muy pocas manos. Los que efectivamente se llenan de plata con las exportaciones son los monopolios comercializadores. La mayoría de ellos extranjeros. Por lo tanto, muchos de los reales beneficiarios locales del Acuerdo son meras subsidiarias de casas centrales europeas.
Simultáneamente, el tsunami sobre el parque industrial instalado transformará muchas empresas (PYMES y no tanto) en fáciles presas para su adquisición a precio vil.
Dolarización, eurotización
¿Es igual? Qué más da.
El macrismo ya ha dolarizado nuestros principales consumos. Dolarizó la carne, la leche, el pan, la nafta, las tarifas, los remedios. Desde ya todo lo que se importa. Pero también lo que exportamos. O pudiéramos exportar. Cuando el Gobierno se ufana de que “hemos” conquistado un nuevo mercado para los limones o la cebolla pongamos las barbas en remojo porque su precio local se irá a las nubes. Todos nosotros pasaremos a pagar valores similares a los del Mercado de destino de la nueva exportación.
Sin ninguna justificación económica las exportadoras se harán el agosto a costa de los productores directos y de nosotros consumidores. La prioridad de los sectores dominantes es hacer negocios. A costa de quien sea. El siguiente ejemplo es por demás ilustrativo: para completar la cuota Hilton (demanda europea de cortes vacunos de calidad) los frigoríficos necesitan que achiquemos consumo. Aumentan los precios para asegurarse excedentes exportables
Realidad flaca, promesas relumbrantes. El derrame
El achicamiento industrial precariza la población económicamente activa. Por tanto, el virtuoso capitalismo exhibe su verdadero rostro contradictorio. Una frazada corta que siempre destapa a los mismos.
Los sectores dominantes son expertos en eso de ganar tiempo. Mientras tanto ellos viven. Qué más da que tantos otros mueran. No terminan de salir de una crisis que ya están sumergiéndonos en otra. A la vez la combatividad obrera y popular les propina derrotas. Nos descargan entonces todos los recursos de la superestructura. No solo los represivos. Hoy por hoy, en primerísimo lugar la siembra de ideas.
La ficción del derrame se inscribe en ello. Todo apunta en la misma dirección… Acordemos con Europa; despleguemos nuestras “ventajas comparativas”; terminemos con el abuso y privilegios laborales; mayor competitividad (pudiéramos decir superexplotación) que algún día derramará.
Un capítulo que se las trae
El de habilitar a cada parte a intervenir en las Licitaciones de la contraparte. Una mala broma. Disposición supuestamente equitativa que se desentiende de las asimetrías de los eventuales oferentes. ¿Qué empresas locales pudieran licitar en Europa? ¿Quizá Techint u Oderbrecht? No creo que alcance para una ola de júbilo patriótico.
Las Compras Públicas han sido siempre un bocado exquisito. Sus montos y rubros están reflejados en los Presupuestos (a todos los niveles). Están las Obras de infraestructura. Pero también equipamientos de todo tipo (considerar los gastos de cada ministerio, etc., etc.).
Una de las reivindicaciones de los sectores de burguesía nacional y de muchos sindicatos ha sido defender el principio de Compre Nacional, PYME, local. El mismo está regulado por una ley bastante eludible la que otorga una preferencia (un porcentaje) en las Licitaciones para aquellas empresas que demuestren su carácter nacional.
Reflexionemos en este ejemplo: YPF, en su condición de empresa mixta, no está obligada por el Compre Nacional. Para su sponsoreo de la Selección de AFA adquirió en China decenas de miles de pelotas y camisetas en desmedro de la producción local.
Seguramente habrá más tela para cortar en este debate que recién comienza.
Escribe Sebastián Ramírez