Con ello creó expectativas en varios sectores frente al hartazgo producido por las políticas kirchneristas.
Con ello creó expectativas en varios sectores frente al hartazgo producido por las políticas kirchneristas.
Para el sector agropecuario el kirchnerismo durante años presionó a la producción con una doble valuación del dólar. Una para la compra de insumos a precio blue (sin regulación por parte del gobierno a las cooperativas, acopios y ventas de insumos) y la otra para la liquidación de cosecha a precio oficial. Esto es una suba en los costos de alrededor de un 40% para muchas producciones. Sumado el peso de las retenciones, en varios casos demasiado altas y sin escalonamiento, llevó al ahogo de la mayoría de los pequeños y medianos productores, muchos de los cuales dejaron -en nuestra región- de tener rentabilidad en la producción de soja inclusive.
Este proceso, y el estrechamiento de los mercados internacionales por efecto de la crisis, produjo que en muchas economías regionales como el citrus, tengan a los exportadores volcando su producción en el mercado interno, mientras los pequeños peleaban por no desaparecer.
Las medidas de Macri
Frente a esta situación de ahogo de la enorme mayoría de los pequeños y medianos productores, Macri en las primeras medidas importantes tomadas en relación al sector agropecuario ¿a quién priorizó?
1) Una macro devaluación (levantamiento del cepo) que ronda el 40% a 50%, favoreciendo instantáneamente a los grandes acopiadores y exportadores que son los que tienen la mayor parte de los granos, en muchos casos guardados especulativamente y presionando tal medida. Además son acreedores de las deudas de los productores más chicos. Al unificarse para arriba el valor del dólar muchos productores fundidos y con deudas en las cooperativas y acopios van tener más complicaciones para volver a sembrar. Los que pudieron sembrar van a tener una mejora en los precios de cosecha.
2) Eliminación de retenciones al maíz, el trigo, la carne y las economías regionales y la rebaja del 5% para la soja, que quedó en 30%. Obtuvieron grandes ganancias -de miles de millones de dólares- los terratenientes, pules o fideicomisos “con espalda” para esperar la devaluación a cambio de liquidaciones de dólares para acrecentar las escasas reservas del Central que dejaron Cristina Fernández y Kicillof.
Esta medida se tomó sin contemplar medidas diferenciadas. El camino es la segmentación -como lo hemos planteado desde hace años- para no dejar en un plano de igualdad de mercado al pequeño productor con el grupo inversor o el terrateniente. Otro aspecto es por ejemplo la incidencia de quitar el 23% de retenciones al maíz en el costo de la alimentación de los animales para carne y leche, donde en tambos por ejemplo el precio de la leche quedó cerca de $2,30 y el costo de la ración de alimento para el animal aumentó un 18%. Igualmente en los alimentos para pollos, cerdos y vacunos. Esto traerá un salto en el precio de las carnes y el resto de los alimentos.
3) Nuevos endeudamientos externos (con Bancos extranjeros: Banca Morgan, HSBC, Citibank y Deutsche Bank, Santander, entre otros) y bonistas internos para cubrir el déficit del Banco Central y para poder mantener la política cambiaria. Convalidó los miles de millones que embolsaron los bancos como “el regalo” con los bonos en dólares a futuro de parte de Vanoli-Kicilloff. Liberaron las tasas de interés casi al 50% para los créditos y elevaron las tasas de plazos fijos del 26% al 34% gradualmente, generando un castigo al pueblo trabajador, bancarizado con tarjetas de créditos y a todas las Pymes que deban tomar créditos. Por otro lado, sin medidas específicas para que se invierta en el sector agropecuario, estas medidas son un desaliento para los productores que están con márgenes de rentabilidad al límite o por debajo de las tasas de plazo fijo.
4) Han expresado en reiteradas oportunidades que su política será de libre mercado diciendo por ejemplo: “No pondríamos ninguna restricción a la importación de carne, salvo la sanitaria”, dijo el jefe del Gabinete de Agroindustria (infocampo, 18/12/15). Está claro que no tomó medidas para garantizar un precio sostén para la sobrevivencia de miles de pequeños y medianos productores y obreros rurales de las economías regionales. Asimismo en el tema de la lechería, vienen de cerrarse bajo el kirchnerismo miles de tambos, no pusieron un precio mínimo sostén y sólo se beneficiaron en un gran negocio de concentración, grupos exportadores con un precio mejorado internacionalmente.
Luchar por una verdadera reforma agraria
El kirchnerismo recibió electoralmente el castigo proveniente de todos los sectores y clases sociales del campo. Hartos de sus políticas que beneficiaron a los grupos más concentrados de la producción y la tierra haciendo desaparecer más de 100.000 productores. También lo hicieron la mayoría de los sectores terratenientes y de gran burguesía agraria que apoyaron a Macri en función de sus acuerdos y promesas de sacar las retenciones, devaluar y abrir la economía: expresados en los grandes grupos exportadores de cereales, los grandes bancos, Sociedad Rural, CRA y la UIA entre otros.
Por esto seguimos planteando la necesidad de luchar por una verdadera reforma agraria que contemple tierra, porque haya producción con más productores, precios mínimos sostén, juntas reguladoras, otorgar créditos blandos, compensaciones por fletes entre otras para quienes no aguantan más y se vienen fundiendo. Segmentación de las retenciones, estimular la producción diversificada en función del desarrollo de un poderosos mercado interno en base a la industria nacional y el desarrollo científico y tecnológico nacional. Banca nacional y defender el valor de la moneda.
