Me han pedido una opinión de mujer, madre, docente, sindicalista sobre esta larga lucha de los estatales en Chubut. Que cuente cómo se enfrenta el día a día. Cómo recibimos las múltiples adhesiones que nos llegan desde todo el país, qué debates políticos tienen lugar entre nosotros y se desarrollan entre las compañeras docentes… Y me han puesto en un apuro. Es difícil tomar un poquito de distancia y contar tratando de decir bien, de poder transmitir la situación cuando se está en medio.
Los estatales de Chubut arrancamos la décima semana de lucha, por el pago de nuestros salarios en tiempo y forma, el cumplimiento de los acuerdos paritarios (cláusula gatillo), la regularización del funcionamiento de nuestra obra social y las condiciones de infraestructura de escuelas y hospitales. Paro, retención, y una infinidad de acciones y medidas que hemos ido enhebrando en este tiempo.
Venimos de una semana muy difícil. La pérdida de dos compañeras docentes, volviendo del plenario provincial de delegados y la marcha en la capital de la provincia, nos ha golpeado fuerte.
Ante la provocación del gobierno ese mismo día, que ingresó un proyecto para aumentar en un 100% los salarios de funcionarios políticos, el dolor se transformó en bronca y las imágenes de Legislatura y Casa de Gobierno recorrieron el país.
Las mujeres, amplia mayoría en el sector docente, venimos siendo protagonistas de cada una de las acciones realizadas. Mientras llorábamos a nuestras compañeras, organizábamos el acampe y avanzábamos sobre las vallas.
Vamos día a día: apuntalándonos de modo colectivo, buscando la fortaleza del conjunto para sostenernos en un conflicto que ya dura mucho más de lo que pudiéramos imaginar. Toda la cotidianeidad está afectada, nuestras familias, nuestros horarios, nuestro modo de relacionarnos.
Estamos en un momento en el que se tensan todas las situaciones: maniobras del gobierno y algunos sectores para aislarnos y volver en contra el acompañamiento mayoritario que venimos teniendo de la comunidad. Nos pesan las largas semanas sin clases, por eso intentamos organizar actividades que nos reencuentren con cada comunidad educativa, las familias, pero sobre todo con los alumnos.
Continuamos impulsando la ley de emergencia impositiva, sostenida por la MUS provincial, para gravar con mayores impuestos a las empresas que más facturan en la provincia. Vamos a una semana de nuevos cortes que buscan poner eso en el centro: por dónde se desangra la riqueza de ésta provincia: Aluar, Pan American, las grandes pesqueras. Y apuntamos al gobierno nacional, responsable del ahogo financiero a las provincias, que castiga a Chubut desde hace meses.
La inmensa solidaridad recibida desde otros sectores y puntos del país es clave para romper justamente el intento de aislar la lucha de Chubut. Gracias a los paros nacionales de Ctera y UDA, hemos logrado visibilizar la situación y llegar a medios nacionales. Sabemos que no somos la provincia que peor está, ni el sector más castigado. La lucha de Chubut recorre el camino de tantas más en el país, y a su vez, nos parece posible que la lucha de aquí estimule otras. La unidad alcanzada entre distintos sectores, y la pelea por mantenerla, son claves.
¡Las docentes que participaremos del ENM La Plata 2019, nos preparamos para compartir la experiencia y vivir un encuentro único, que a pesar de todo, les haremos!
Escribe Magalí Stoyanoff. Docente de Comodoro Rivadavia