Debajo de capas y capas de pintura, a pesar de los años, en la Escuela EEST 2 de Berisso, persistió la huella del coraje de nuestros camaradas que en 1974/75 denunciaron el golpe de Estado que se venía, cuando nuestro Partido dijo “¡No a otro ’55!”, planteando la necesidad de la más amplia unidad junto al pueblo peronista para enfrentar el golpe pro ruso y pro yanqui que venía a “voltear las chimeneas que había levantado Perón”, como denunció su esposa y por entonces presidenta Isabel Perón.
Es un orgullo para los y las comunistas revolucionarios nuestra historia, el ejemplo de nuestros mártires y nuestra lucha antigolpista en la que tantos compañeros y compañeras dejaron la vida: fue el caso de nuestros camaradas Enrique Rusconi, Guillermo Gerini, David Lesser, Ana María Cameira, Herminia Ruiz y Carlos Polari, entre otros, asesinados cobardemente por las bandas golpistas del gobernador Calabró.
Han pasado muchos años pero, como en esas paredes, la huella de esos camaradas sigue latiendo en los corazones de los miles de comunistas revolucionarios que este año junto al pueblo hemos dado batalla a la emergencia sanitaria, social y económica y sus consecuencias en la primera línea de combate.
¡Seguimos manteniendo en alto las banderas por la que dieron su vida nuestros mártires!
¡Seguimos en la lucha por la Revolución de liberación nacional y social para la liberación definitiva de nuestra Patria!
Todo está guardado en la memoria, esa arma que empuñamos en la lucha cotidiana. ¡Viva el PCR y su JCR!
Hoy N° 1843 02/12/2020