El miércoles 18, en medio de luchas en buena parte de las plantas, la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación firmó un acuerdo paritario con las cámaras empresarias que implica un aumento salarial del 9% en octubre, 7% en diciembre, 6% en enero y 3,5% en marzo de 2021, cuando se aplica la cláusula de revisión.
“Esto se suma al 6,5% que teníamos acordado en mayo”, nos dice Penayo. “Esto fue en medio de la pandemia, y ahí perdimos los retroactivos de tres meses. En septiembre se volvieron a reunir los paritarios, pero sin avances. Por eso en octubre la Federación lanzó un plan de lucha con paros de dos horas por turno, y el Ministerio de Trabajo metió enseguida la conciliación obligatoria, que venció el martes 17. La negociación seguía muy trabada porque las cámaras empresarias se escudaban en la pandemia, los licenciados y los gastos por acondicionar las plantas por el Covid-19, para no dar aumentos.
“Terminada la conciliación, la Federación llama a movilizar el 18, y el 19 hubo asambleas para discutir un nuevo plan de lucha, con paros de dos horas por turno. Pero la gente venía con mucha bronca. En nuestra fábrica ya te decían ‘¿qué pasa con las paritarias, para cuándo?’. La madrugada del mismo 17 los compañeros de Mondelez de Villa Mercedes, en San Luis arrancan con bloqueos de portones. Nos sumamos nosotros en Pacheco, y coordinamos con San Luis y con Mondelez Planta Victoria, y vamos a bloqueos por tiempo indeterminado, porque había mucha bronca en la gente. Informamos en los comedores, y para el mediodía del 17 ya estaban las tres plantas bloqueadas. Esto arrastra a los de Bagley en Arroyito, y se suman otras empresas, todo por fuera de la Federación”.
Agrega Penayo que el conflicto se profundizó, porque “en Bagley Arroyito la Gendarmería reprime a los compañeros en el portón, y van a parar la producción. En Villa Mercedes también los apretó la policía. Todo el trabajo de ese día lo hicimos las tres internas coordinadas. Se resolvió que sólo ingresaba la comida para los comedores, pero nada de materias primas, y tampoco que saliera nada de la producción. Con el correr de las horas, la dirección de la empresa se entró a desesperar, porque se van quedando sin materias primas.
“Todo esto, más la repercusión que iba teniendo en otras plantas, incluso con compañeros que se acercaban a nuestro bloqueo, aceleró los tiempos de la negociación. Ya venía en los compañeros que en las asambleas del jueves no alcanzaba con parar dos horas, sino que había que ir a medidas más fuertes.
“Por eso se reunieron los paritarios con las cámaras el miércoles 18, con intervención directa del ministro de Trabajo de la Nación. Porque las cámaras seguían proponiendo $4.000 no remunerativos, como pasó en otros gremios, como UOM y Sanidad. La lucha en las plantas destrabó la negociación, y así llegamos a este acuerdo que como dijimos, no es tan malo como venía, es un paso en el camino de recuperar nuestro salario, pero nos deja un sabor amargo, porque las compañeras y compañeros estaban para más. Con este acuerdo vamos a empatar la inflación, hasta marzo que se vuelve a negociar”.
El dirigente de Mondelez afirma que hubo toda una discusión estos meses con la patronal, “porque esta es una rama que no paró con la pandemia. Ellos dicen que tuvieron muchos gastos y muchos licenciados, pero no te hablan de todo lo que ganaron en estos meses. Nosotros, que venimos dando la pelea todos estos meses contra el Covid-19 en la planta, así y todo tuvimos 380 contagiados. Por suerte quedan sólo tres aislados y el resto ya recuperado. Y en estos meses fuimos dando también la pelea por lo salarial.
“Yo creo que hubiese sido otro el resultado si se hubiera coordinado mejor con la Federación, ir a asambleas generales en el momento que terminó la conciliación y acordar ahí medidas de lucha de menor a mayor. Podríamos haber llegado a un porcentaje superior al 35% y en menos cuotas.
“Nosotros venimos haciendo un análisis en la Interna, vemos que la gente estaba para más y que ayudó mucho que justo ese día se discutía en el Congreso el Impuesto a las Grandes Fortunas, quedó plasmado que esta crisis no la podemos seguir pagando los trabajadores y el pueblo. De una vez por todas tienen que poner la plata los que se beneficiaron con Macri y se la siguen llevando en pala”.
Finalmente, nos cuenta Penayo que están discutiendo con la empresa los obsequios para fin de año, “que ya están garantizados. Intentaron diferenciar a los que están trabajando y a los licenciados, y les planteamos que tiene que ser para todos por igual, incluso los nuevos contratados. Y estamos discutiendo el bono, que el año pasado fue de $9.000. Para este año le hemos planteado desde la Interna $20 mil, y el gremio $15 mil. Seguimos conversando, esto y los días francos pagos en las fiestas, porque estuvimos todo el año en la fábrica y la empresa tiene que hacer un gesto para sus trabajadores”, cierra Penayo.
Hoy N° 1842 25/11/2020
