El Sindicato de Aceiteros de Rosario tiene una larga tradición de lucha. Hoy participa activamente en la negociación de paritarias que realiza la Federación Nacional.
En el año 2012 consiguieron un 24% de aumento. Con un sueldo inicial para la categoría mínima de $6.200. Tienen 4 categorías, la máxima puede llegar a $7.860, es decir una escala completamente achatada.
El Sindicato de Aceiteros de Rosario tiene una larga tradición de lucha. Hoy participa activamente en la negociación de paritarias que realiza la Federación Nacional.
En el año 2012 consiguieron un 24% de aumento. Con un sueldo inicial para la categoría mínima de $6.200. Tienen 4 categorías, la máxima puede llegar a $7.860, es decir una escala completamente achatada.
Hoy proponen un sueldo para la categoría mínima de $7.640 (lo que sería un aumento del 23.4%) y que se constituyan 8 categorías que podrían llevar la máxima a $10.000. Con eso entienden que se avanzaría en romper el achatamiento. También pedirían adicionales por turno. Tienen hoy también en el convenio un reconocimiento del 1% de antigüedad por año. Además siempre tuvieron un premio anual que piden que sea de $6.000.
Dicen que en la negociación, el gobierno intentó fijar un techo del 16%.
Al igual que Bancarios en diciembre, ellos en enero realizaron un paro de 24 horas y le impusieron la conciliación obligatoria cuyo primer tramo, de 10 días hábiles, vencería el 29 de enero y suponen que de no haber acuerdo le impondrían los otros 5 días hábiles.
Mientras tanto la conciliación obligatoria transita con quite de colaboración prácticamente en todas las fábricas del sector a excepción de AGD (Aceitera General Deheza) que trabaja con normalidad en las plantas que tiene en Córdoba y Chabás.
Es un gremio que está muy movilizado con gran unidad y organización. Se destacan conflictos ahora en Molina, en plantas de Dreyfus y en Bahía Blanca en los que no embarcan, hay reducciones de la producción y quite de colaboración rabiosos que entorpecen mucho.
Si bien la conciliación obligatoria vencería los primeros días de febrero, como mantendrían el quite de colaboración piensan llegar al pico de la lucha en marzo cuando esté a full la campaña de la soja. Calculan que se moverían 2.000.000 de camiones y serían un gran factor de presión.
En cuanto a la actual situación, los favorece la campaña del girasol que es extraordinaria y dicen que hacía muchos años que no se amontonaban en las rutas tantos camiones en espera para su descarga. Lo mismo se espera para la soja.
Más compleja es la situación en San Lorenzo, ya que intempestivamente y sin ninguna consulta, la Federación Aceitera de esa localidad firmó un convenio por un aumento menor, el 19%, mientras la Federación Nacional estaba en pleno conflicto y se había dictado la conciliación obligatoria. Como además, hay numerosos sectores de la producción aceitera que no adhieren al gremio de aceiteros, ésta también es una situación abierta y que presagia nuevas luchas.
