Las pymes viven una situación muy angustiante, al igual que la gran mayoría del pueblo argentino. La política de equilibrio fiscal y recesión que lleva adelante el gobierno de Javier Milei con “el mayor ajuste de la historia” vuelve a descargar viejas y fracasadas recetas sobre la clase obrera y el pueblo. Afectan a las pymes y la industria nacional; y benefician a los sectores concentrados de la economía y la usura internacional.
Las medidas que tomó el gobierno nacional para lograr el superávit fiscal mentiroso trajeron una recesión tremenda, que algunos ya califican como depresión. La baja real de los salarios de los trabajadores, licuación de las jubilaciones, ajuste a la obra pública y las transferencias a las provincias ha generado una caída abrupta de la producción de miles de industrias nacionales y una caída en el consumo que afecta al comercio y los servicios. Estas bajas van desde un 20 a un 40% y en algunos rubros, más.
Solo una de cada cuatro empresas tiene rentabilidad positiva. Esto comienza a generar miles de despidos y pone en riesgo miles de pequeñas y medianas empresas nacionales.
Se suma el importante aumento de los costos de los servicios en favor de los monopolios productores (de 300% a 1000% en gas y electricidad) y se convierte en una traba para la producción y la actividad económica. En promedio la capacidad utilizada de las empresas en el primer trimestre del 2024 cayó al 51%.
Además de todas las pérdidas de derechos y regulaciones que se fueron logrando con años de luchas, el proyecto de Ley Bases trae un capítulo sobre el RIGI – Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones- que abrirá puertas a la expoliación de los recursos naturales y de los sectores productivos.
Este régimen también será una traba para el desarrollo de la industria nacional ya que otorga beneficios de todo tipo a estas inversiones sin obligación de Compre Nacional y otorga libre disponibilidad de las ganancias. El RIGI inclina la cancha a favor de los monopolios extractivistas extranjeros y en contra de las pymes y la industria nacional, sin contemplar que las pymes son las generadoras de más del 70% de los puestos de trabajo del país.
El RIGI es abiertamente antinacional e industrial y genera que sectores monopólicos basados en el mercado interno también plantean reparos sobre el mismo.
El gobierno ofrece al sector empresario una reforma laboral para liquidar los derechos de los trabajadores y que generará más precarización laboral y más concentración económica de nuestro mercado interno.
Esta reforma ilusiona a un sector de las pymes que tiene un alto costo de las cargas sociales, el cual es un problema real. Y la mayoría de las conducciones de la gremial empresaria impulsan esta reforma sin plantear una segmentación impositiva que beneficie a las pymes sin perjudicar a los trabajadores y diferencie por el tamaño de la empresa. Hoy una gran empresa paga lo mismo o menos carga social que cualquier pequeña empresa. Si se da esta reforma laboral, serán los sectores monopólicos los que se beneficiarán en detrimento de la clase obrera y también de las pequeñas y medianas empresas.
La clase obrera y el pueblo han comenzado a enfrentar desde el inicio las medidas de Milei con movilizaciones y paros. También se han conformado multisectoriales donde empiezan a participar una parte del movimiento empresario. Es clave darnos una política que sume a todos los afectados por las políticas ultra reaccionarias que lleva adelante el gobierno, ya que se abre una posibilidad para unir a la mayoría de la burguesía nacional contra estas políticas. Es necesario y posible recuperar para posiciones nacionales y populares a muchas cámaras empresarias y que estas se sumen a las luchas del pueblo.
Hay sectores pymes que comienzan a reclamar por los aumentos en los servicios, la baja en el consumo, el aumento de impuestos, en contra del RIGI y en apoyo a la lucha en defensa de la Universidad Pública.
Por todas estas razones, es necesario la anulación del DNU y frenar la Ley Bases, ambas nefastas para nuestro pueblo y la patria. Creemos firmemente en el desarrollo del mercado interno, la defensa de la industria nacional, la defensa de la soberanía nacional y la protección de nuestros recursos naturales, fomentar la industria sustentable, la educación libre, gratuita y de calidad impulsando el desarrollo científico-tecnológico y alentar la igualdad de género, entre otros principios.
Para lograr esto, son necesarias las siguientes medidas
*Reducción de las cargas sociales para las pymes en forma permanente para generar miles de puestos de trabajo y acabar con el trabajo en negro sin pérdida de derechos laborales para los trabajadores. Para lograr trabajo de calidad en forma federal y con perspectiva de género.
*Reforma tributaria segmentada que beneficie a las pymes tanto en impuestos nacionales provinciales y municipales.
*Simplificación Impositiva para las pymes. Eliminación del impuesto al cheque para las pymes.
*Medidas que generen y fomenten nuestro mercado interno al servicio de las necesidades del pueblo propiciando la recuperación del salario real. Reactivación del Programa Ahora 12.
*Impulso de obras y compre nacional del Estado al sector pyme nacional.
*Medidas de apoyo para las economías regionales en crisis.
*Medidas que pongan freno a la concentración económica.
*Tarifa pyme en los servicios públicos y puesta de los mismos a favor del desarrollo nacional y la producción.
*Líneas de créditos blandas para los sectores productivos pymes que pongan freno a la usura del sistema bancario y financiero.
Escribe Gustavo Galarza
hoy N° 2013 05/06/2024