La presidenta protestó, en su momento, porque el Congreso se demoraba en aprobar el proyecto de ley de extranjerización de la tierra. Dijo que era una ley fundamental, (aunque el proyecto lejos de frenar la extranjerización, como ella lo propagandizaba, no tocaba lo ya entregado y abría las puertas para mucho más).
La presidenta protestó, en su momento, porque el Congreso se demoraba en aprobar el proyecto de ley de extranjerización de la tierra. Dijo que era una ley fundamental, (aunque el proyecto lejos de frenar la extranjerización, como ella lo propagandizaba, no tocaba lo ya entregado y abría las puertas para mucho más).
Todavía no reglamentó la ley. ¿Estará esperando que se definan grandes negocios de tierras por cientos de miles de hectáreas, con los chinos sobre el Río Negro, con los árabes en el Chaco, entre otros?
Lo mismo pasa con la ley de protección de glaciares. Cuando el Congreso la aprobó, la presidenta la vetó. El Congreso aprobó otra ley, y la presidenta no le reglamenta. Mientras tanto, avanzan 400 proyectos de megaminería de oro, con cianuro que envenenará las nacientes de casi todos los ríos argentinos.