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22 de July de 2015

El cacique diaguita Francisco Solano Chaile y 11 comuneros permanecen presos desde el 6 de junio, cuando salían de una negociación para la recuperación de las tierras que le pertenecen a las comunidades originarias. Durante el reciente Encuentro de Pueblos y Naciones Originarias hablamos con dirigentes de la nación diaguita de Tucumán.

Libertad al cacique Chaile

Preso en Tucumán por defender el territorio de los quilmes

Las comunidades indígenas de Tucumán continúan sus movilizaciones, la última fue el 15 de julio, cuando fueron nuevamente acompañados por la CCC y otras organizaciones, plantearon cuatro puntos. Libertad inmediata al cacique Chaile y los otros detenidos, que se cumplan los fallos judiciales que restituyen la Ciudad Sagrada a la comunidad originaria y “medidas urgentes” de organismos nacionales y provinciales para garantizar la integridad de los diaguitas. Que se cumplan los compromisos del gobierno nacional y provincial con la CCC y otras organizaciones.
Matías F. Condorí, delegado de base de la Comunidad India Quilmes, nos decía: “La comunidad india Quilmes está, junto con la comunidad de Amaicha, al oeste de la provincia de Tucumán, en el valle calchaquí. Pertenecemos a una misma cédula real. La asamblea general es la autoridad máxima, está el Consejo de Delegados, y el cacique, que nos representa. El cacique Chaile tomó la decisión de enfrentar la usurpación de la ciudad sagrada de los Quilmes, por parte de personas que renunciaron a la comunidad, y ligadas a un político y a un empresario que tenía concesiones de tiempos de Ortega. El Estado lo sacó por la fuerza pública. Ahora, este político Adandía, el empresario y un comunero que se hizo nombrar cacique por 20 personas, tratan de quedarse con estas tierras. El cacique Chaile fue reelecto a fines del 2013 con el 96% de los votos. En marzo la justicia da la tenencia de la ciudad sagrada a la comunidad india Quilmes. Dos días después este grupo atropelló y volvió a usurpar este lugar. Y así siguen hasta hoy. El cacique fue detenido el 6 de junio, junto a otros comuneros, y permanece detenido, la policía de Tucumán y Gendarmería Nacional lo detuvieron bajo la acusación de ‘robo agravado por uso de armas’”.
Condorí cuenta que este es un conflicto de años, porque hay poderosos intereses para explotar la zona para el turismo, y para plantar viñedos, como pasa en Salta “donde ya está todo alambrado. A nuestro cacique le tendieron una cama para que la comunidad quede sin su organización. Pero nosotros como pueblo estamos decididos a defender a nuestro cacique y nuestro territorio hasta las últimas consecuencias. 
“Tenemos dos tipos de comuneros, el que vive a diario con sus tierras, sus cultivos y su cultura; y está el que va a la ciudad y vuelve con la mentalidad de tener un sueldo. Yo he podido estudiar, pero vivo con lo que me enseñaron mis padres y mis abuelos. Creo que nuestro pueblo tiene la ventaja de poder sobrevivir sin ninguna moneda porque todo lo producimos nosotros. Creo que los pueblos originarios están preparados para eso, aunque muchas veces nos hacen creer que lo de afuera es lo mejor. Cuando queremos negar que somos originarios, perdemos terreno. No estamos en contra de la tecnología, pero la tenemos que usar para edificar un mundo mejor”. 
 
Verdaderos hijos de la tierra
Ante la pregunta por los enfrentamientos que han tenido con los terratenientes desde hace muchos años, Condorí afirmó “En el año 70 se realizó un congreso de pueblos originarios en Amaicha donde se firmó una resolución por la que se dejaba de pagar tributo a los que se decían dueños de esas tierras. Esto redujo sus rentas por yerbaje y arrendamientos. Estos terratenientes vivían de esas entradas, tanto en dinero como en animales, o en trabajo. Por eso hoy pretenden vender esas tierras. Amaicha del Valle está produciendo un vino que ha quedado entre los 10 primeros en Europa, por la calidad de la zona.
Las grandes empresas y estos terratenientes sinvergüenzas pretenden hacer plata con tierras que no son de ellos. Ninguno de los títulos que poseen tiene validez alguna. En el año 1716 fue entregada una cédula real a los Quilmes, 50 años después que llevan a los Quilmes a Buenos Aires. Una parte de nuestra gente permaneció en el valle, soportando a los vencedores, por eso hoy estamos acá. Nosotros valoramos esto, porque podían haber seguido peleando hasta matarse, como hicieron muchas mujeres que se tiraron con sus hijos de las peñas antes de entregarse al español. En 1892, un indio de 75 años, según los escritos, se presentó en Buenos Aires, en unas oficinas llamadas Cabildo de Guerra, donde hizo la protocolización de esa cédula real, por lo que pasó a ser reconocida por leyes argentinas. En el 2013 hicimos un relevamiento territorial con el que demostramos a la presidenta que existimos, tenemos un territorio, y tenemos de qué vivir. Tenemos 13 comunidades, que pertenecen a la nación diaguita de Tucumán”.
 
“Nosotros somos Argentina”
Rolando Fregenal, cacique de la comunidad Sorco Yampa y del Consejo de Participación Indígena, por su parte, decía a este semanario: “Vemos cómo los terratenientes hacen abuso de poder contra nuestros hermanos, y dividen a la comunidad. El Inai es un ente del Estado que convalida las divisiones. Nosotros sabemos que todo es lucha, porque siempre hemos sido esclavos de nuestra propia tierra. Nosotros somos los verdaderos hijos de esta tierra, mientras otros son los afincados y quieren que los llamemos señores. Somos los verdaderos hijos de lo que hoy es Argentina. Las comunidades indígenas, sin territorio no somos nadie, Nos meten presos o nos matan, como hicieron con Javier Chocobar, muerto por defender el territorio. 
“Hoy tenemos un gran líder como Francisco Solano Chaile preso. La pelea es con el gobierno, con el poder judicial, que usa los fiscales y los jueces. Nosotros, con el apoyo de las comunidades y de la CCC y otras organizaciones nos manifestamos para que sepan quién es la fiscal Etarra y el juez Velásquez, que son corruptos y pensaron que iban a meter preso al cacique y nos íbamos a quedar de brazos cruzados. Salimos a la calle, marchamos a la capital el 8 de junio…
“Creo que nosotros también nos tenemos que organizar políticamente, formar parte de esos espacios que siempre ocupan los terratenientes. Creo que ya es tiempo de hacernos cargo, de capacitarnos, porque somos capaces, en estos tiempos que son los tiempos de los pueblos originarios. Así vamos a poder pelear mejor contra todo esto, porque sabemos que la policía es cómplice, la gendarmería es cómplice. Le pegan a las comunidades con patotas de los terratenientes y empresarios, y las causas duermen en los juzgados. Nosotros estamos dispuestos a morir por nuestra causa, porque Argentina somos nosotros. Nuestros hermanos originarios en Chaco, en Formosa, viven en una pobreza espantosa por la avaricia de los europeos, Nosotros estamos en una época de dialogar, capaz que el tiempo nos da la razón, o capaz que entramos en el tiempo de chocar. En la Argentina casi la mayoría somos originarios, y ojala mis ojos puedan ver a un hermano sentado en la casa de gobierno”. 
 
“Todos somos comunidad Quilmes”
Finalmente conversamos con Alba, la esposa del cacique Santo Pastrana, de la comunidad indígena del Pueblo diaguita del Valle de Tafí, quien comienza sosteniendo que “nos están sometiendo, pero resistimos. Nos matan hermanos y no encontramos justicia. Nosotros somos nación antes que exista el Estado argentino. Nuestra Pachamama está en cada uno de nosotros, nosotros somos tierra, esa es nuestra identidad. Una comunidad indígena no existe si no tiene territorio. Estamos fuertes porque estamos parados, y agradecemos a la CCC y al hermano Rubén Porta, que nos apoyó cuando están todos los políticos peleando ganar bancas para seguir saqueando nuestros territorios. Ellos se olvidan que somos 22 mil los originarios que votamos. Espero que el 23 de agosto, Día del Éxodo Jujeño, se acuerde el pueblo tucumano de lo que nos está pasando. 
“Cuando pusieron preso al cacique hicimos cortes parciales, perjudicando a los grandes empresarios no permitiéndoles el ingreso a la ciudad sagrada de los Quilmes. A Solano Chaile le armaron una causa por robo, por tráfico de drogas, a nosotros, que no traficamos droga ni estamos en la trata de blancas, ni construimos hoteles para el lavado del narcotráfico, como pretenden hacer en nuestra ciudad sagrada. En los cortes vino un primo del intendente a amenazar con un arma, y la policía decía que no podía hacer nada. Que sepan estos funcionarios que el pueblo está parado. Hoy todos somos comunidad india Quilmes”.