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02 de May de 2016

Hace pocos días nos despertamos con la noticia de que Belén,  una joven de 27 años, detenida hace dos años,  fue condenada a 8 años de prisión. Belén no tuvo una atención digna, fue maltratada, denunciada, hostigada y torturada. Su médico violó la confidencialidad médico paciente, trasgrediendo el secreto profesional, la denunció y fue detenida apenas se recuperó en el hospital Avellaneda de Tucumán.

¡Libertad para Belén!

Condenada por ser joven, pobre y mujer

La historia de Belén es la historia de miles de mujeres estigmatizadas  en nuestro país cuando llegan al hospital público con un aborto en curso y son agraviadas, humilladas. La violencia institucional,  la violencia obstétrica han sido las prácticas ejercidas en los hospitales públicos para atender a las mujeres que concurren buscando atención médica, derecho humano fundamental que debe ser garantizado por el Estado.

La historia de Belén es la historia de miles de mujeres estigmatizadas  en nuestro país cuando llegan al hospital público con un aborto en curso y son agraviadas, humilladas. La violencia institucional,  la violencia obstétrica han sido las prácticas ejercidas en los hospitales públicos para atender a las mujeres que concurren buscando atención médica, derecho humano fundamental que debe ser garantizado por el Estado.

La condena a Belén está plagada de irregularidades, el feto que es encontrado en el baño es de 32 semanas y su médico afirma en el juicio que el embarazo de Belén era de 22 semanas, no se realiza un ADN por lo que no se comprueba en el juicio que ese feto fuera de ella.  No hay en el expediente ninguna prueba que comprometa a la joven,  sin embargo los efectores de salud, luego la policía,  que ingresa a revisarla, se ensañan con ella. Los jueces la condenan por homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía a pesar de no poder probar que el feto encontrado fuera de Belén.“Han conectado abortante y feto encontrado y han dictaminado un homicidio, pero no hay un ADN en toda la causa. No hay ninguna prueba que la vincule”, explica Soledad Deza, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir, abogada de Belén.

Hace pocos días fueron condenados 5 policías culpables del asesinato de Ismael Lucena, víctima de gatillo fácil, ocurrido hace 4 años. Estos policías estuvieron libres hasta el día de su condena, caminaban  por la calle  amenazando a los testigos y a su familia sin que ningún juez (dos de ellos son los mismos que condenaron a Belén)  los detuviera. Sin embargo Belén fue detenida  en el hospital durante su internación y nunca más volvió a su casa. Así funciona la justicia desprotegiendo los derechos de esta joven y protegiendo a policías asesinos.

El caso de Belén devela la tragedia de miles de mujeres que no tienen acceso a un sistema de salud que las proteja y las acusa impunemente en lugar de ayudar a su bienestar.

Nuestra provincia es la única del país que nunca adhirió a la Ley Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, a pesar de las múltiples  exigencias del Movimiento de Mujeres. Esto es solo una muestra de las políticas que se aplican que llevan a la muerte a las mujeres pobres.

Exigimos que el Ministerio de Salud de la provincia garantice el fin de las persecuciones de mujeres que llegan con un aborto en curso, incluyendo las delaciones por parte del personal de salud. Exigimos el pleno respeto a la confidencialidad de la información por parte de los médicos y el resto del equipo de salud.

 

Exigimos Inmediata excarcelación de Belén!

 

Nulidad de la sentencia!