Javier Milei ha reiterado varias veces que considera un “prócer del liberalismo” a Alberto Benegas Lynch (h), a tal punto que le dio un lugar central en el cierre de su campaña electoral.
Este Benegas Lynch (h) se llama igual que su padre, fallecido en 1999, quien fue un economista propagandista de la llamada “escuela austríaca”, ultraliberal, funcionario del gobierno golpista que derrocó a Perón en 1955 y activo defensor de la política de Martínez de Hoz durante la dictadura videlista. Tiene un hijo, Alberto Tiburcio Benegas Lynch (n), que es el primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos de La Libertad Avanza, más conocido como “Bertie”.
Pues bien, Benegas Lynch (h), en ese acto de Milei, propuso que había que “suspender” relaciones con el Vaticano “mientras en la cabeza prime el espíritu totalitario”, agregando que “habría que imitar lo que hizo el presidente [Julio Argentino] Roca”, haciendo referencia a cuando Roca, en 1884, rompió con el Vaticano por su oposición a la Ley de Educación.
Benegas Lynch (h) retoma, con mejores modales, los ataques de Milei al Papa Francisco, a quien ha llamado representante del demonio, y del que detestan sus propuestas sociales, como la reivindicación de “tierra, techo y trabajo” para las mayorías.
Los Benegas Lynch son fieles exponentes de un sector de las clases dominantes de nuestro país, el que acaudilló el genocida de pueblos y naciones originarias que fue Julio Argentino Roca. Hablamos de los sectores oligárquicos y de burguesía intermediaria llamados “liberales”, que en alianza con otros sectores de la oligarquía, terminaron de conformar el Estado oligárquico imperialista en nuestro país, hacia la década de 1880.
Esa república oligárquica que se consolida a fines del siglo 19 y comienzos del 20, con la oligarquía tirando “manteca al techo” y con las masas trabajadoras (criollas, inmigrantes y originarias) hambreadas, es con la que sueñan Milei y los Benegas Lynch.
Los Benegas Lynch (cualquiera de ellos, padre, hijo y nieto), destilan un profundo odio hacia cualquier cosa que tenga olor a pueblo. Fueron y son parte de los “dueños de la Argentina”, siempre dispuestos a la entrega de nuestras riquezas a los imperialismos, a cambio de su tajada. Son, como los llamaba nuestro camarada Eugenio Gastiazoro, “aristocratizantes en lo político, profundamente antidemocráticos, y liberales en lo económico”.
Nunca hay que perder de vista, cuando analizamos a estos personajes de las clases dominantes, que nuestra Argentina es un país dependiente, en feroz disputa entre distintos sectores imperialistas. Por eso muchas veces vemos “alineamientos” políticos que podrían ser sorprendentes, pero que tienen que ver más con los negocios de tal o cual sector de esas clases dominantes con distintas potencias.
Por eso el abuelo Alberto, mientras pregonaba el “liberalismo” y a los economistas paladines del libre mercado, no dudaba en apoyar dictaduras, fuera la libertadora en el 55 (de la que fue funcionario en la Embajada de Estados Unidos) o la videlista en el 76, esa que tuvo como principal compradora de los cereales a la URSS ya transformada en socialimperialista.
Tengamos en cuenta, como también afirmó Gastiazoro, en el Tomo 3 de su Historia Argentina, que “En las distintas corrientes oligárquicas proimperialistas operan también las distintas corrientes existentes en los propios países imperialistas, que explican muchos de los cambios en las alianzas que se dan en las disputas internas aquí, más o menos simultáneos a los cambios en la correlación de fuerzas entre las distintas corrientes allá”.
Benegas Lynch (h), el que habló en el acto de Milei, tiene un largo currículum como economista, con participación en el directorio de bancos como el CMF, muy activo en nuestra timba financiera, y es presidente del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso. Participa en el Instituto de Asuntos Económicos (IEA por sus siglas en inglés) con sede en Londres, y es de esos “liberales” que está a favor de la venta de órganos pero en contra del aborto, dice que el calentamiento global es un invento de los “socialistas” y que el ambientalismo ataca a “la propiedad privada”. Este supuesto defensor de la libertad individual está en contra de la educación sexual, y ataca la igualdad de género.
Para no ser menos que su padre, en declaraciones recientes, “Bertie”, también economista y con un pasado en Banco Santander, dijo muy suelto de cuerpo que “La educación tendría que ser un negocio”, y propuso “privatizar el mar”, para “que no se extingan las ballenas” ¡¿?!
Por esas ironías de la historia, estos Benegas Lynch son parientes lejanos del Che, por parte del padre del gran revolucionario.
Eso sí, recordemos que tanto estos “liberales” como todos los sectores y facciones de los poderosos, tratan de afianzar su dominación y exprimir todo lo que se pueda a los trabajadores y al pueblo. En eso se unen los Milei, los Benegas Lynch, los Macri, los Bullrich, etc., etc.
Las declaraciones del “prócer” mileista contra el Papa levantaron una justa y profunda indignación, no sólo en la jerarquía de la Iglesia argentina, sino en miles de católicos, que son parte de nuestro pueblo y con los que nos unimos en las luchas cotidianas.
No descansaremos en el camino de la unidad en la lucha hasta que nuestro pueblo y nuestra patria estén libres de estas lacras como los Benegas Lynch, Milei y todos estos reaccionarios.
Escribe Germán Vidal
Hoy N° 1984 25/10/2023