El kirchnerismo creyó que China, y también la India, Brasil y Rusia (los países del llamado BRIC) iban a “contrabalancear” la crisis de Estados Unidos; y que la Argentina la sobrellevaría sin grandes apuros, aferrada a las polleras del mercado sojero chino. Pero si la crisis profundizó la debilidad yanqui, también está demostrando que los países del BRIC no están en condiciones de “contrabalancear” el terremoto norteamericano. Por lo menos no ahora; los propios chinos hablan del 2015.
El zafarrancho que armó Néstor Kirchner con su proyecto de manotazo a los aportes jubilatorios de los trabajadores en las AFJP es mundial, contribuyó a que cayeran las bolsas de España, Brasil y Chile, y metió de lleno a la Argentina en la crisis.
La pulseada está abierta: ¿Quién pagará la crisis, los de arriba o los de abajo? Es una pulseada entre el viejo y podrido sistema capitalista-imperialista, explotador y guerrerista, y la lucha antiimperialista y revolucionaria de la clase obrera y los pueblos. La movilización de más de dos millones de italianos contra el gobierno reaccionario de Berlusconi es un ejemplo y anticipo de la oleada de luchas en los países imperialistas. El triunfo en Nepal de la primera revolución del siglo 21, parida por la guerra campesina y un gobierno de frente único dirigido por los maoístas, derrocando a una monarquía feudal, también es un ejemplo y anticipo de la voluntad antiimperialista y revolucionaria que se multiplica en las masas con la crisis.
02 de October de 2010