El gris mediodía porteño del jueves 26 se llenó de colores ante la gran unidad de campesinos y chacareros que marcharon con un amplio colorido de banderas, acompañados de chanchos y gallinas, con una cabra y una vaca al frente, con tractores y variados cajones de verduras para traer un mojón de campo a la ciudad.
Las organizaciones denuncian que no se están garantizando las condiciones mínimas para seguir produciendo, por lo que muchos deben dejar de hacerlo. Se deja en quiebra al sector agroganadero, principal abastecedor del consumo interno del país, dejando a familias sin sustento, empobreciendo regiones enteras y elevando los precios de los alimentos que llegan al consumidor.
El secretario de organización de Federación Agraria Argentina, Pablo Paillole, manifestó “venimos con un planteo muy claro: queremos que se reglamente la Ley de Agricultura Familiar”. La ley 27.118 fue aprobada en 2014 pero no se ha reglamentado, ante la situación crítica que vive actualmente el sector es vital que se la regule para que se den políticas de resguardo a los pequeños productores y sus familias. En cambio, las medidas económicas que toma actualmente el gobierno deja a algunas ramas productivas en vías de pronta extinción.
El sector de desarrollo porcino y lácteo va directo a la quiebra frente a la apertura del mercado que permite el ingreso irrestricto e indiscriminado de productos importados. Pablo Paillole afirma: “Queremos que frenen la importación de cerdo porque, junto con la caída del consumo, genera que muchos productores porcinos queden en una situación de quiebre, de exterminio. En los dos últimos años han desaparecido más del 50% de los productores, que es lo que genera muchas veces el movimiento en los pueblos del interior (mano de obra, ocupación de los hijos de los productores…), esa actividad se está viendo totalmente resentida. Lo mismo pasa con la producción láctea, han desaparecido muchos tambos, venimos acá a exigirles un precio mínimo sostén para la leche”.
Además, el secretario de organización de Federación Agraria Argentina plantea que “hace falta que se regule el tema de tierras. Hoy uno de los grandes problemas que tienen los huerteros del cordón de La Plata y en plena pampa húmeda es lo alto que están los arrendamientos rurales, por lo tanto, pedimos que se dicte una ley que regule el tema de los arrendamientos en Argentina, el 70% de la producción en nuestro país se hace sobre la base de arrendamientos y no tenemos una ley que defienda al que trabaja la tierra”.
Paillole comenta que han invitado a participar de la movilización a los 350 despedidos del Ministerio de Agroindustria, lo cual, según explica el secretario de Federación Agraria, afecta también a los productores porque pierden la asistencia de técnicos que asesoraban a las comunidades. Explica que “hoy prácticamente los han desplazado de esa actividad, en una política que demuestra claramente que al gobierno no le interesa la agricultura familiar, por eso el achique dentro del Ministerio es particularmente a todos los trabajadores del área de agroindustria”.
Así mismo, denuncian que se eliminó el Monotributo Social Agropecuario, que daba la posibilidad de que sean reconocidos como sujeto que invierte, produce y comercializa, dándoles la posibilidad de tener Obra Social y la Jubilación. Con lo cual la quita de derechos, el vaciamiento de las áreas públicas que contribuían al bienestar del sector y la falta de regulación de la Ley de Agricultura Familiar, son situaciones que ponen en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria de los argentinos.
Ana Galmarini, del Movimiento de Mujeres en Lucha, hoy integrante de la Federación Agraria Argentina comenta “estoy muy contenta porque estamos mostrando que ésta es la verdadera Federación Agraria, que está donde tiene que estar: con los pequeños productores, los aborígenes, los que no tienen tierras, los movimientos sociales”.
Acerca de la situación severa que transita el sector Galmarini dice: “viene muy castigado el sector agropecuario y todavía en la ciudad se habla del campo como uno solo, entonces ‘el campo está re bien’ con el precio que tiene el dólar, creen que todos producimos para la exportación”. Sin embargo, la situación de los pequeños productores no es la de los grandes pools sojeros.
Luego de que la vaca, la cabrita, los chanchos y las gallinas fueran las estrellas de la cabecera de la marcha, Galmarini explica que parte de los esfuerzos de la movilización fueron con el fin de “que se vea que éste es el verdadero campo, los otros son grupos muy pequeños que concentran cada vez más la economía. Valoro muchísimo lo que está viendo hoy Buenos Aires que es un poco ‘el centro del mundo’, porque esto es el campo también, el campo no son los Soros, los Grobocopatel, los Etchevehere… éste es el verdadero campo, este es el campo que produce”.
La integrante de Movimiento de Mujeres en Lucha, también expresó su preocupación por los tamberos y los “chancheros”, a los cuales ella pertenece. Comentó que actualmente van a pérdida y por eso van desarmando poco a poco sus criaderos: “no podemos seguir dándoles de comer, con el precio de los cereales estamos perdiendo por kilo de chancho $4, porque comen maíz y soja y con el precio del dólar se fueron a las nubes, tenemos una situación de quebranto total”.
Por último, Ana Galmarini expresó con total indignación: “la política de concentración no es de ahora, viene de antes, pero Macri con su política nefasta lo está llevando a su extremo máximo, cada vez quedan menos productores”.
Yanet Dávila de la Unión Campesina de Varela también expresa su profundo pesar al decir que “en el campo ya estamos por desaparecer, ya no sabemos que vamos a hacer”. Ella es productora de verduras y abastecerse con los insumos necesarios para seguir adelante con la producción cada vez parece más difícil, explica: “producimos en dólares y vendemos en pesos, no nos alcanza para nada, con los tarifazos y los altos precios de los insumos es muy difícil seguir… todo está caro”. Finalizó diciendo que el principal reclamo es “tierra, techo y trabajo, necesitamos la reforma agraria, porque no tenemos derecho a nada hoy. Pasamos toda nuestra vida trabajando en el campo y llegamos a la vejez y no tenemos ni jubilación. No podemos sacar a crédito nada porque nos piden papeles que no podemos tener”.
Roberto Solano, integrante de la Asociación de Medieros del cordón de La Plata (Asoma) y de la Federación Nacional Campesina (FNC) desde las puertas del Ministerio con micrófono en mano dijo: “el campesino está de pie, el campesino está presente, vamos a seguir de pie porque no nos van a doblegar estas políticas de expulsión que implementa el gobierno de Macri y el Ministro de Agroindustria Etchevehere. Nos quiere expulsar de las quintas, de las chacras, del campo. Ellos hacen negocios grandes, negocian con los terratenientes, con los grandes monopolios, los grandes sojeros y exportadores que se llevan las ganancias. Tenemos que estar más unidos que nunca, más allá de los colores y las banderas que llevemos, tenemos que ser un solo puño para que el día de mañana lleguemos a concretar una reforma agraria integral, tierra para que el pequeño productor, lo que venimos peleando desde hace mucho tiempo”.