El miércoles 13 por la madrugada, una patota vinculada a sectores narcos del asentamiento conocido como El Playón, en Chacarita, un barrio de la Capital Federal, tomaron por asalto el Comedor La Esperanza, que la Corriente Clasista y Combativa sostiene junto a vecinos desde hace 11 años, y en el que preparan 500 raciones de comida diarias para los pibes del asentamiento.
El miércoles 13 por la madrugada, una patota vinculada a sectores narcos del asentamiento conocido como El Playón, en Chacarita, un barrio de la Capital Federal, tomaron por asalto el Comedor La Esperanza, que la Corriente Clasista y Combativa sostiene junto a vecinos desde hace 11 años, y en el que preparan 500 raciones de comida diarias para los pibes del asentamiento.
Luego de un primer desalojo por parte de los vecinos, el comedor volvió a ser ocupado de la mano de policías federales de la Comisaría 37. La CCC convocó a movilizarse para defender el Comedor, y así se nuclearon dentro del asentamiento compañeros de distintos barrios de la Capital (Retiro, Saavedra, Soldati, entre otros). A esa altura del día, la policía había rodeado el Comedor, protegiendo en los hechos a los usurpadores. Mientras se denunciaba en los medios la presencia de sectores narcos que pretendían desguazar el comedor para lotearlo y venderlo, la CCC y los vecinos dieron un plazo hasta las 18 hs para que se desaloje el Comedor, y si no “Entramos nosotros”, plantearon los compañeros. Allí se produjeron los enfrentamientos reflejados en varios canales, con la policía federal reprimiendo con gases a los vecinos, protegiendo a los usurpadores.
La Corriente no se amilanó, y cortaron la Av. Forest, lindera con el asentamiento. Ya ahí se multiplicó la solidaridad de distintos sectores, y la firmeza de los vecinos obligó a la intervención de las autoridades nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires. Algunos canales titulaban “patota narco ocupa comedor infantil”, mientras Sergio Berni, secretario de Seguridad, aseguraba que “no son narcos”, intentando instalar una pelea “pobres contra pobres”, de lo que se hacían eco los canales oficialistas.
Ya entrada la noche, con los compañeros de la Corriente y de otras organizaciones decididos a pasar la noche frente al Playón, con la resolución de la CCC de todo el país de salir a cortar rutas, y con los vecinos de dentro del asentamiento dispuestos a no dejarse arrebatar un comedor conquistado con gran sacrificio y años de lucha, hizo retroceder a los ocupantes, y se consiguió el desalojo.
Los compañeros de la CCC Julia Rosales y Luciano Nardulli insistieron en todos los medios en denunciar la connivencia de sectores policiales con los narcos que utilizan a gente del pueblo necesitada de vivienda, y llamaron a unificar la lucha por un techo digno.
Cerca de las 10 de la noche, entre aplausos y emocionados abrazos de los vecinos, se constató que el Comedor estaba libre de usurpadores, y se acordaron las tareas de limpieza para retomar el trabajo en el comedor, el jueves 14 al mediodía.