—¿Cómo fue la experiencia?
—Volvimos entusiasmadas. No sabíamos cómo iba a ser. La mayor parte de la gente que vimos parecía que no estaba con posición tomada. No son creíbles las palabras de los políticos. Llevábamos los votos propuesta para anular, la gente elegía la de San Martín y Belgrano, los que hablaban de las medidas, del IVA. Aceptaban que el voto bronca podía ser una salida. Algunos que parecía que ya tenían posición, nos escuchaban serios y con ganas de que nos fuéramos pero no debatían. Nos sirvió para explicar que tenemos un copeo en el barrio, que luchamos por trabajo, y para pedir solidaridad con el Movimiento.
El día de la votación la actividad de la gente de los barrios era cómo conseguir alguna bolsa de mercadería de las que repartían los partidos. No había interés en votar, ni temor ante el puntero que repartía. Los remises buscaban gente y no encontraban.
—¿Cómo va la Colecta?
—Empezamos con una rifa porque no teníamos fondos para hacer otra actividad. Era de 2 pesos, y el premio 1Kg de asado, 1 pollo, ½ de chorizo y de morcilla, 1 gaseosa y un vino… El premio no salió, así que fue todo ganancia.
Teníamos ropa usada para vender y tuvimos buena respuesta, estamos superando los objetivos del mes. Nosotros somos compañeras que hacemos actividades para subsistir, nuestro trabajo es precario y trabajamos juntas para vender facturas, pero a veces arriesgás y no vendés. Nos dio la idea después de la Colecta de tener la feria de ropa para trabajar en el futuro, reciclar con las máquinas que tenemos, y así también poder resolver nuestra cotización al Partido, porque en realidad no trabajábamos para las finanzas del Partido.
Ahora queremos tener un piso, algo permanente, no siempre partir de cero cuando tenemos una tarea. Hicimos un volante explicando los gastos de gas que tenemos con el copeo, y pedimos solidaridad con ropas usadas etc.
Nuestro objetivo es dar de comer a nuestros hijos, continuar la lucha y el copeo del barrio; y hacer crecer y sostener al Partido, porque la crisis es muy grave.
