Molinos Río de La Plata es una empresa argentina de productos alimenticios, una de las líderes de la industria alimenticia de Latinoamérica, con llegada a más de 50 países en todo el mundo. Quien lidera la empresa es Luis Pérez Companc, uno de los hijos de Gregorio Pérez Companc, la cuarta persona más rica de Argentina.
El pasado 8 de enero, Molinos Río de La Plata planta Esteban Echeverría (zona sur del GBA) nos despidió a seis trabajadores. Todos miembros de la Agrupación Unidad, Dignidad y Lucha e integrantes de la lista Celeste y Blanca, opositora a la conducción de Daer en el STIA Bs. As.
Nuestra agrupación desde el 2009 había sido electa ininterrumpidamente durante cuatro períodos para dirigir la comisión interna en la planta de Barracas, mandato que continuó en el traslado a planta Echeverría. Cuando nos despiden el 8 de enero había dos compañeros que aún tenían fueros gremiales vigentes.
Revanchismo de la patronal contra los que encabezamos la lucha por los trasladados de planta Barracas a Echeverría sin ningún despido y defendiendo las conquistas históricas de los trabajadores. Ya en planta Echeverría nos pusimos al frente de las asambleas en la denuncia y el rechazo a la reforma laboral flexibilizadora macrista.
Para los seis despidos los argumentos utilizados fueron los mismos: “baja productividad, bajo rendimiento y ausencia en los sectores”. Sin llamados de atención ni comunicación previa, la empresa reforzó la seguridad privada e hizo ingresar al predio de la planta a la policía y a través de un escribano y el jefe de Recursos Humanos fuimos comunicados del despido.
El mismo 8 de enero, fecha en que nos despidieron, se hicieron asambleas donde la totalidad de los trabajadores votaron parar la producción por la reincorporación de los despedidos.
Ante el contundente paro en los tres turnos, Molinos pidió conciliación obligatoria al Ministerio de Trabajo. Los trabajadores la acatamos pero la empresa no la cumplió y seguimos afuera. La conducción del Sindicato de trabajadores de industria Alimentación (STIA) denunciaba en el Ministerio que los despidos eran “nulos y de persecución sindical” pero durante 45 días de conciliación obligatoria nunca exigió que la empresa nos reinstale sino que acordó que siguiéramos afuera mientras se sucedían las audiencias. Por último, una vez vencida la conciliación, acordaron nuestros despidos.
En todo este proceso fuimos acompañados por nuestras abogadas, por compañeros de la fábrica, por compañeros de las comisiones internas de Mondelez Pacheco y de Felfort, y por la movilización de compañeros de la CCC y el PCR, que concurrieron a todas las audiencias.
A partir de ese mismo momento, a través de nuestras abogadas, Paula y Verónica Quinteros, integrantes de Liberpueblo, iniciamos los juicios de reinstalación. Obtuvimos dos medidas cautelares favorables, confirmadas por la cámara de apelaciones del trabajo, para la reincorporación de los dos despedidos con fueros gremiales. Mario Ponce que ya está trabajando y Luciano Greco, (quien ingresaba al cierre de esta nota), el lunes 13 de agosto.
Seguimos luchando por la reincorporación definitiva de todos, con los procesos judiciales en curso. En este camino solicitamos al STIA que implemente los descuentos sindicales correspondientes, comunicándoles que nos vamos a presentar nuevamente en las elecciones de Comisión Interna a realizarse próximamente. Seguimos luchando por mantener en alto la dignidad de los trabajadores de Molinos y de la Alimentación. Sabemos que no todo tiene un precio, que no todo se compra ni todo se vende.
Que este nuevo triunfo de la lucha sirve para fortalecer la unidad del conjunto, para defender todas las conquistas y recuperar la comisión interna al servicio de los trabajadores, para derrotar el ajuste macrista junto a todo el movimiento obrero y popular.
Corresponsal
Hoy N° 1730 15/08/2018