Crece la rebeldía en América Latina
El gobierno de Lenín Moreno en Ecuador impuso un duro ajuste a instancias del FMI. La respuesta fue una masiva y combativa movilización popular, con cortes de ruta reclamando: Fuera el FMI de Ecuador y América Latina. Fue brutal la represión con asesinatos y encarcelamientos. Frente a la firmeza del pueblo, y la resistencia a reprimir de sectores militares, el presidente debió trasladar su gobierno a Guayaquil y dar marcha atrás con el ajuste.
En Chile, donde se han privatizado la salud, la educación, las jubilaciones y los servicios, el aumento del pasaje en subtes detonó el estallido popular, frente a la crisis social y abrió una crisis política. Pese a la brutal represión, con más de veinte asesinados y más de 2.000 encarcelados, la lucha continuó con el paro en 19 puertos, de la CUT (central de trabajadores), los mineros y grandes movilizaciones de estudiantes y amplios sectores populares. Se adueñaron de las ciudades en todo el país. El presidente Piñera dijo: “Estamos en guerra”, y envió a los carabineros y al Ejército a reprimir. La respuesta popular fue masiva: más de dos millones de personas solo en la capital. Lo que obligó a Piñera a retroceder.
Ecuador y Chile muestran el camino de la rebelión de masas en América Latina.
Cambios en América Latina
Hace dos años el “grupo Lima”, siguiendo a Estados Unidos, desconoció al gobierno de Venezuela y reconoció como gobierno a Guaidó. Ahora el “grupo Lima” está en retirada o enfrentando rebeliones. Macri fue uno de los impulsores de ese grupo, y su derrota es un duro golpe a esa política de sumisión al imperialismo yanqui.
El triunfo de Alberto Fernández y la derrota de Macri fue felicitado por los presidentes Evo Morales (Bolivia), Nicolás Maduro (Venezuela), López Obrador (México) y Martín Vizcarra (Perú), entre otros mandatarios.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, repudió el triunfo de Alberto Fernández, dijo que “la Argentina eligió mal”. Pero luego de un llamado telefónico de Trump, el presidente de Estados Unidos, felicitando al presidente argentino electo instándolo a que negocie con el FMI, Bolsonaro dijo: “La Argentina y Brasil nos necesitamos mutuamente”.
El resultado de las elecciones en la Argentina es importante en una América Latina disputada por varios imperialismos, donde los pueblos se rebelan en las calles de Haití, Puerto Rico, Ecuador, Brasil, Chile, Argentina y otros países, y logran conquistas parciales.
Se va empantanando la ofensiva yanqui para recuperar posiciones en Latinoamérica, a la que considera su “patio trasero”. Los estallidos sacuden a la región, castigando a los gobiernos del ajuste, la entrega y la represión. Esas luchas, el triunfo de Evo Morales en Bolivia, y ahora la derrota de Macri y la victoria del Frente de Todos, fortalecen la lucha de los pueblos de toda la región.
Las luchas y conquistas en América Latina, se dan en el marco de un mundo convulsionado por grandes luchas de los pueblos.
Al mismo tiempo, se agudiza la disputa imperialista en la región. Disputa que es válido aprovechar, sin embellecer a ninguno. Macri dijo que de la mano de los capitales extranjeros, Trump y el FMI íbamos a tener trabajo y futuro, y nos mandó al infierno. Sacando enseñanzas de la penetración del imperialismo chino, y otros, en Venezuela, Ecuador, Argentina y otros países, está claro que también usan el endeudamiento para adueñarse de nuestras riquezas nacionales a costa de los pueblos y naciones que oprimen.
Una clara derrota del macrismo
En enero del 2019 el Comité Central trazó la línea de derrotar a Macri en las calles y las urnas. Cumplimos.
La derrota electoral de Macri fue clara: su frente, Juntos por el Cambio, tuvo 10.470.607 (40,37%) votos, frente a los 12.473.709 (48,10%) que votaron por el Frente de Todos con la fórmula Alberto Fernández presidente y Cristina Fernández vice. Se sumó la derrota de Vidal en la provincia de Buenos Aires, con el 38,39% de los votos, frente a 52,28% a favor de Kicillof y Magario del Frente de Todos. Habrá que ver el escrutinio definitivo.
De los 24 distritos electorales (23 provincias y la CABA), Juntos por el Cambio ganó en seis (CABA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Luis y Entre Ríos). El Frente de Todos ganó en 18 provincias. Además, el Frente de Todos en Buenos Aires recuperó Quilmes, Berisso, Pilar, Morón y San Vicente, y gobernará en 71 municipios. Juntos por el Cambio, con el corte de boleta a gobernador y a presidente, mantuvo 61 intendencias, entre ellas La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Lanús, Tres de Febrero, San Miguel, San Isidro y Vicente López.
De las PASO al 27 de octubre
Macri y Juntos por el Cambio en medio de una crisis política por el resultado de las PASO, lanzaron su campaña del “sí se puede”. Así, atrincheraron a los sectores anti K y antiperonistas, sumaron a Pichetto como vice y los apoyó Schiaretti en Córdoba. La elección se polarizó. El macrismo atrajo a parte del voto de sectores de Lavagna y otras fuerzas de la llamada “franja del Medio”, otros que no pasaron las PASO, o votaron en blanco o nulo. Con lo que lograron aumentar su fuerza en el Congreso en 9 diputados, sumando 119 en total.
Así, en relación a las PASO, el Frente de Todos sumó 267.771 votos, mientras que Juntos por el Cambio aumentó 2.348.918 sufragios. Con lo que la diferencia en las PASO a favor de Alberto Fernández, de 16,56%, se redujo a 7,73% en los comicios del 27 de octubre. Esto le permitió a Macri, por ahora, reunificar a su fuerza y colocarse como cabeza de la oposición.
Quedó en evidencia que fue un error aceptar que “Macri ya fue” y no hacer campaña casa por casa, barrio por barrio y en las calles y plazas.
Ahora, los medios que apoyaron a Macri trabajan para tapar la clara derrota con la idea de un supuesto “equilibrio”. También, reducen el Frente de Todos al “kirchnerismo”, ocultando la amplitud de las 16 fuerzas políticas que lo integran –el PTP es una de ellas- las numerosas fuerzas sociales, sindicales y de otros sectores populares que lo conformaron y el hecho de que se unió casi todo el peronismo social, sindical y político. Lo que Macri no se imaginó es que el peronismo se unificaría y se aliaría con fuerzas progresistas y de la izquierda.
Macri va a dejar el país con alrededor del 60% de inflación, 35% de pobreza, déficit fiscal, recesión, riesgo país de más del 2.000 puntos, dólar a $65. Lejos de acabar con la llamada “grieta”, empujó a fondo la división, usando en muchos casos contradicciones sociales, políticas y culturales que no son antagónicas. En las zonas rurales, usó el rechazo a la no segmentación de las retenciones que impulsó el gobierno kirchnerista con “la 125”. El nuevo gobierno deberá revertir esa situación, y el PCR tiene que tenerla en cuenta para su trabajo en esas masas.
El protagonismo del pueblo
El pueblo en las calles, el gran protagonista de la derrota de Macri, festejó con alegría y fuerza su triunfo en todo el país. Millones con sus votos y muchísimos con su militancia.
Fue impresionante la multitud que se concentró en el búnker del Frente de Todos en CABA, así como en muchísimos lugares del país.
Llegaban fiscales que habían estado todo el día en las escuelas, cuántos más que pelearon el voto casa por casa, barrio por barrio, escuela por escuela, quinta por quinta y fábrica por fábrica. Los jóvenes daban calor con sus cantos y sus saltos, y la JCR estuvo a la cabeza con flameadoras y carteles del PCR, la JCR, el PTP y la CCC, como se vio en cada uno de los actos. En todas partes hubo chiflatinas contra Macri, la consigna ¡Alberto presidente! Y la marcha peronista.
Hay un gran debate de masas que sigue, y ya hay sectores que están planteando que la oposición a Macri se derechizó, justificando la política del alternativismo que en realidad contribuyó a sumarle votos a Macri.
Nosotros somos parte del frente que derrotó a Macri, fuimos promotores y miembros fundadores del Frente de Todos. Junto al festejo por el triunfo es necesario desmenuzar cómo fue el resultado electoral en cada provincia y en cada zona, y que balance hacen las masas, escuchar las opiniones de las compañeras y compañeros en las fábricas, los barrios, las quintas, los colegios, la universidad, los intelectuales y los profesionales, etc.
Jugamos en la cancha grande, entramos al Congreso, en algunas legislaturas provinciales y en concejos deliberantes, sin exagerar. En el frente y en el gobierno que entra el 10/12 la hegemonía la tienen otras fuerzas, y nosotros para pelear la hegemonía no nos tenemos que separar de las necesidades de las masas.
La gran campaña que hemos realizado nos ha hecho conocer y reconocer por amplios sectores populares, en particular de las masas peronistas. La discusión política en la CCC y las demás organizaciones de masas que integramos ha sido extraordinaria. Se fortaleció el PCR y las organizaciones que integra. Hay que destacar que Juan Carlos Alderete peleó la posición política del Comité Central, la politización de la CCC, y realizó campaña en todo el país, y principalmente en todos los distritos del Gran Buenos Aires.
El PCR y el PTP saludan con orgullo que la compañera Verónica Caliva fue electa por el pueblo salteño diputada nacional. En el Chaco, Rodolfo Schwartz diputado provincial, y los concejales Daniel Benitez de Pampa del Indio y Simón Alvarez de La Leonesa. También concejales como Selva Morales en Santa Elena (Entre Ríos), Andrés Risi en Malargüe (Mendoza), Guillermo Avalos en Rincón de los Sauces (Neuquén), Manuela Bonis en Casilda y Víctor Secreto en Villa Constitución (Santa Fe), y la consejera escolar María González en Moreno (Buenos Aires).
No abandonar las calles es un gran desafío
Se abrió un período muy complejo en la Argentina hasta el 10 de diciembre. Hay un presidente en funciones y otro electo. Esto en medio de la brutal crisis social, económica y financiera que provocó el macrismo. Desde las PASO se perdieron 22.800 millones de dólares de las reservas.
El PCR, el PTP, la CCC y demás organizaciones en las que participamos, realizamos una gran campaña política en todo el país. Pasamos a ser reconocidos y dimos un paso importante en la relación con las masas.
Somos parte del Frente de Todos, somos fuerzas distintas y nos unimos para derrotar a Macri. Ese fue nuestro compromiso cuando se constituyó ese frente para las elecciones.
Seguimos en las calles, impulsamos iniciativas amplias reclamando al gobierno de Macri medidas inmediatas contra el hambre, la desocupación, los despidos y cierres de fábricas y comercios. Y damos batalla con razón, con ventaja y sin sobrepasarnos.
Entendemos que el hambre se puede resolver en 10 días y que también se puede resolver rápidamente la desocupación. Tenemos el capital humano, que es lo más importante, y también los alimentos, la tierra, el petróleo, las industrias, para dar vuelta la situación.
El problema está en que, con Macri, se agravó al máximo la concentración de la tierra, la producción, el comercio y las exportaciones. Así, la riqueza que produce el trabajo va a los bolsillos de 9.000 grandes terratenientes, y un puñado de monopolios y bancos en su mayoría imperialistas, que dominan el mercado interno, las exportaciones de granos y minerales en bruto y las finanzas.
La cuestión está en la soberanía para decidir qué se produce, cómo se produce y cómo se distribuye lo que se produce. Luchamos para que estén en mano de los trabajadores, los campesinos, los originarios, las mujeres, la industria y el comercio nacionales, los profesionales, artistas e intelectuales, y demás sectores populares. Ese es el objetivo por el que luchamos. No hay otra forma de salir de la crisis.
Fraternalmente decimos que no se puede pagar una deuda que financió la timba financiera macrista con el hambre del pueblo. Que lo paguen los que se llenaron los bolsillos con esa estafa al pueblo y la nación Argentina.
Fortalecer al PCR
En cada zona tenemos que ver dónde estamos parados y cómo seguimos. No abandonamos las calles. Seguimos en las calles con iniciativas amplias, con razón, con ventaja y sin sobrepasarnos. Peleamos para que el pueblo no sufra una Navidad amarga.
Hay muy buenas condiciones para acumular fuerzas en las organizaciones en las que participamos y con la afiliación al PCR. Jerarquizamos los círculos de lectores y trabajamos para generalizarlos en todo el país. Es importante la participación de los dirigentes, participamos para aprender, con un lenguaje que sea accesible a todos. Creando las condiciones para que el partido sea habitable para todos los que quieren incorporarse para la lucha por un cambio de fondo del país.
Trabajamos para el crecimiento del PTP, con personerías en todas las provincias, abriendo locales en los barrios y con iniciativas.
Hay condiciones para dar un salto grande en nuestros objetivos estratégicos. En las calles, en la política y en las elecciones, acumulamos fuerzas para nuestro camino revolucionario. En particular, en los centros de concentración.
Acompañamos el recorrido de las masas, escuchando, discutiendo y pugnando por dirigirlas para una salida que acabe con la dependencia, el latifundio y el Estado que los sostiene. Somos la única fuerza que pelea para que las masas sean las protagonistas de la política.
Donde nos metimos, avanzamos. Donde se discute en los Comités Zonales y se lleva esa discusión a todo el partido, avanzamos.
La realidad está en movimiento. Para abordar esa realidad cambiante, hay que poder abordar las diferencias. Esas contradicciones no son “quién con quién”, sino “qué con qué”, en condiciones en las que todos puedan decir lo que piensan.
Escribe Ricardo Fierro
